En visperas del asedio

Te lo cuento y me da risa al hacerlo, porque antes sucedìa que me veía ajeno a la batalla, sintiéndome seguro en lo alto de la loma, veía como caían algunos y saliean victoriosos otros. Pero ahora veo que sus lanzas apuntan a mi fortín, pero a pesar de ello, no me preocupo como creía lo iba a estar cuando sus armas se dirigieran a mí
Pero sucede que no hay neutralidad ni punto intermedio y por lo tanto, estoy siendo despertado a asumir una posición en estas sociedades que parecen un tablero de ajedrez.
Me evite las dudas, me ahorrre las preguntas, corte los cuestionamientos para hacerme menos dificil el camino y sucede que no las puede alejar porque lo único que hice fue postergar su carga. Y ahora que las veo en mi horizonte, no me atemorizo, me agrada verlas, no son feas, no dan miedo, no son las desconocidas que se presentan a destruir mi mundo; se les ve amables, de rosotros serenos, son los que van ilando el desface del tiempo, los que nos conducen de la mano a la presencie de aquel que las despeja y nos llena a través de ellas: la duda.
Como tal, en sí misma, así sin nada más, es destructiva porque carcome las certezas, en cambio, cuando se las toma en pequeñas dosis como vitaminas recetadas por el médico, son buenas, o al menos revitalizadoras, de tu propia consciencia del ser, de tu fe, de tus amigos, de tu amor, de tu realidad.
Me evite las dudas, me ahorrre las preguntas, corte los cuestionamientos para hacerme menos dificil el camino y sucede que no las puede alejar porque lo único que hice fue postergar su carga.
De momento comienzo a tener preguntas, iniciaron pequeñas, como las primeras flores silvestres de primavera en el jardin, encantadoras con su sola presencia. Pero ahora son más, y de raíces profundas, con las que ahora tengo que lidear. Pero quien las responde sino el que las sembró en el corazón.
Me evite las dudas, me ahorrre las preguntas, corte los cuestionamientos para hacerme menos dificil el camino y sucede que no las puede alejar porque lo único que hice fue postergar su carga.
Sin saber que con dudas hay la posibilidad de escuchar.
Si la duda, como dijera en aquella ocasión Marc Bloch, puede ser detonadora de conocimiento, debemos de caminar dudando. Pero dudar es vivir inseguro, sin confianza, y eso no puedo hacer porque no hay lugar para ello. Sin embargo, si la duda es para entender la realidad, nuestras realidades, nos obliga a reflexionarnos a nosotros mismos, a nuestras practicas, a nuestros discursos, a nuestros silencios, a nuestras luchas y a nuestras omisiones, entonces sí vale la pena sentarse a tomar un café con ella.
Me evite las dudas, me ahorrre las preguntas, corte los cuestionamientos para hacerme menos dificil el camino y sucede que no las puede alejar porque lo único que hice fue postergar su carga.
La duda no es más que aprender a preguntar, es una forma de manifestar la necesidad imperiosa de entender la realidad a la luz de lo ideal, la duda es el ejercicio de integrar la realidad en un todo inmedible pero un todo.
Me evite las dudas, me ahorrre las preguntas, corte los cuestionamientos para hacerme menos dificil el camino y sucede que no las puede alejar porque lo único que hice fue postergar su carga.
Dudar es reconocernos en la inocencia de nuestra humanidad al balbucear un "¿Porqué?", como aquellos primeros "porqués" que dijimos apenas después de haber dicho mamá o papá en los primeros años.
Me evite las dudas, me ahorrre las preguntas, corte los cuestionamientos para hacerme menos dificil el camino y sucede que no las puede alejar porque lo único que hice fue postergar su carga.
Tengo intenciones de entender cosas, cosas en mí, en mi fe, en mi amiga, en mis amigos, en mi familia, en mi congregación.
Me evite las dudas, me ahorrre las preguntas, corte los cuestionamientos para hacerme menos dificil el camino y sucede que no las puede alejar porque lo único que hice fue postergar su carga.
Estoy tranquilo porque tengo a mi amiga, a mis hermanos, a mis padres, porque sé, que no soy el único, porque no vamos solos, porque en medio de las dudas y a pesar de ellas, Jesús sigue estando aquí, respondiendo, escuchando su voz...

Me evite las dudas, me ahorrre las preguntas, corte los cuestionamientos para hacerme menos dificil el camino y sucede que no las puede alejar porque lo único que hice fue postergar su carga.

Y hablando de dudas...

Comentarios

  1. Ánimo amigo, como bien dices: las dudas van y vienen, otras cosas son para siempre. Aún cuando las dudas estén casi siempre presentes, son diferentes, las intercambiamos, unas se resuelven, mientras que con otras aprendemos a vivir. Por momentos parecerá que no hay nada más grande, fuerte e impositivo que la duda en tu mente y corazón, pero su presencia como gigante se debilita poco a poco. Creces, y no necesariamente por dudar, sino por la búsqueda que ocasiona en tí...seguimos platicando...

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