“Cambia, todo cambia”, escuché de una voz grave y doliente que entonaba una canción, entonces sus letras se clavaron en mi mente con la fuerza de la música que transmite algo más que ruido y silencio, su voz y la quietud de la melodía me trajo tantas cosas a la cabeza, vislumbre mis sueños y todos cambian, ella está en lo cierto. Nuestros textos algún día se olvidarán, tal vez nuestra propia historia se quede sin nadie para que la cuente, nuestras obras alguien más las terminaráo destruirá. La memoria es traicionera y se muere con nosotros, ¿a qué aferrarse? La fama parece cual niebla, que llega por la tarde y lo ciega todo, pero al brillar el sol se esparce; un éxito florece bello como la rosa, pero como ella también se marchita. Cambia, todo cambia. Nuestra imagen desaparecerá, y si algunos la reconstruyen tan sólo se parecerá a lo que realmente fue, pues no la reproducirán como es, porque nunca fue la misma.
Solemos ufanarnos por tan poco, lo complejo adquiere otra dimensión fuera del tiempo y se vuelve sencillo, útil para adquirir humildad en este mundo y tiempo, nos provoca agradecimiento con aquellos que nos antecedierony responsabilidad con los que nos darán continuidad.
Somos tan particulares y geniales a la vez, únicos e indispensables, pero tan fácilmente reemplazables, ¿en qué hay sentido?, ¿en qué hay seguridad? ¿A dónde voltear para hacerlo fundamental? El joven ve la vida de frente y se siente diestro, el anciano, quieto y sereno, conversa con ella, copa de vino en mano y así, ambos son tan efímeros y discretos.
El tiempo existe porque así lo construimos, pues un día continua al otro sin mayor desperfecto, los hombres y Dios en el tiempo son lo que otorga sentido, y cada cual vivirá buscándole, preguntándole, escuchándole y dejándose guiar por un Dios que entró en la historia.
En el pasado florecieron dorados imperios, su gloria y poder a nosotros no son ruinas y piedras, culturas indescifrables que ya no pueden contar más lo que realmente fueron; de ellas, desde aquí, es fácil burlarse, observarlas, ponerles nombres e intentar explicarlas, pero mañana seremos viejos y también pasado, y lo inconmovible para nosotros será llevado por el viento y se presentará antiguo y poco atractivo para el otro, a quien nos verá desde allá, en un mañana que aún no llega pero muy probablemente será.Cambia, todo cambia.
¿A la luz de qué hay que medir, sobre qué base? A dónde pertenece el que escribe, quién lo leerá.
¿Qué mensaje puede traernos Dios en la Navidad, particularmente a nosotros, los evangélicos universitarios de los movimientos de la CIEE en nuestra América Latina? Efectivamente, Adviento y Navidad son etapas del año litúrgico, para toda la Iglesia. No obstante, para el mundo estudiantil, una gran mayoría experimentará vacaciones o recesos escolares en estas fechas. En nuestros ministerios posiblemente organizaremos actividades de cierres de semestre o celebraciones navideñas y después, nos olvidaremos por unos días de la agitada vida universitaria. ¿Será que para nosotros Navidad sea tan solo un sinónimo de descanso de la misión universitaria? Leyendo Mateo capítulo 2, desde nuestro contexto misionero singular (la universidad), encontré un desafío para meditar y responder con la vida y la totalidad de nuestros ministerios. Leamos el pasaje: 2 Jesús nació en Belén de Judea cuando Herodes el Grande era rey de ese país. En esa época, unos sabios de un país del oriente llegaron a Jerus
Desde hace tiempo tenía ganas de leer este libro, el título simplemente es atractivo. La semana pasada por fin tuve oportunidad de leerlo. Para mi sorpresa descubrí que es un libro ya con algunos años pero profundamente actual en su contenido. Por qué soy cristiano hace referencia al discurso Por qué no soy cristiano de Bertrand Rusell en Bettersea Town Hall, al sur de Londres en 1927 y que posteriormente, aproximadamente en 1957 dio también nombre al libro del filósofo y matemático inglés. En el Prefacio de este libro Stott comenta brevemente el texto de Rusell: "Aunque tenía ciertas dificultades a la hora de definir la clase de "cristiano" que afirmaba no ser, sí fue capaz de echar por tierra -para su entera satisfacción- los argumentos tradicionales a favor de la existencia de Dios". Sin embargo, a pesar de la brillantes del genio, dice Stott: "reconozco que deben presentarse ciertos argumentos a favor del Cristianismo que Bertrand Russell no
Algunas cosas simplemente hay que decirlas, pero más allá de la máxima de “la forma del contenido”, o como dices las cosas, hay un escalón más alto y de igual importancia que bien podríamos sintetizar en una frase útil como esta: “el para qué del contenido”. Nuestras palabras son importantes, el poder de la vida y la muerte está en nuestra lengua, de tal forma que conviene ser prudente en el uso de tal instrumento. De ahí que no se haya equivocado el sabio árabe que dijo: “Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio : no lo digas”. En verdad tiene razón. Sin embargo, esta pequeña frase llena de verdad pudiera ser un pretexto para el hijo de Dios guarde silencio ante la realidad y que desea llevar una vida cómoda con el mundo, apartado de los problemas de la sociedad. Pero por otra parte hay un Señor al que pertenecemos que nos exhorta a levantar la voz por el oprimido y buscar justicia. Estas aparentes tensiones vuelven deliciosa la convivencia con el Creador y la comunidad
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