Érase una vez un campa....



Érase una vez un campa, en un lugar lejano llamado San Vicente, ahí se reunieron un grupo de estudiantes de varias ciudades, algunos llegaron desde lejos, como Tijuana y Tecate, otros, Ensenada y San Vicente, desde más cerquitas. Se pusieron de acuerdo y se juntaron desde el 30 de enero hasta el 2 de febrero de 2009.

Como desde hace ya muchos años, El Centro Remanente los estaba esperando con la misma tranquilidad de siempre, espectante del trabajo de Dios, como testigo mudo que conserva la memoria de todos los que ha hospedado.

La Palabra del Padre envolvió al grupo de jóvenes, nos amó y confortó. A San Vicente llegamos para tomarnos un tiempo más con Dios, como siempre, el contento nos recibió.


Compartir, fue la acción más importante y de mayor valor para estos muchachos, compartir habitación, tiempo, silencios, risas, juegos y amor.


Algunos les tocó trabajar, porque querían servir a sus hermanos, procuraron que el tiempo fuera delicioso para que los demás no se preocuparan y se dedicaran a buscar....





Pero todos se divirtieron, nadie lo pudo negar, a todos les gustó, muchos aprovecharon bien su tiempo, algunos platicaron, conocieron más gente y otros jugaron.

Por supuesto que hubo mucho tiempo para pensar, para escuchar la palabra que se preparó para esos momentos.

Aunque algunos se distrajeron o durmieron....


..todos aprendieron algo, incluso asistieron a talleres...



Todos estaban contentos....



Y así temrinó este campa, pero es el inicio de muchas cosas más!
GRACIAS DIOS




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