De salida...

Tijuana se quedó sola y vacía, no hay autos en sus calles, permanece callada, ausente, porque no salió a desperdir al que se va, no dijo adiós, no nos lo dijo, tal vez porque en esta ocasión está completamente segura de que regresaremos a ella.
Mañana inicia la experiencia que bien podría quedar bajo el titulo de: el diario del peregrino.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Navidad y los universitarios cristianos

¿Por qué soy cristiano? De John Stott

Hay tantas cosas en el corazon