Seremos café con leche*
*Fragmentos de una carta no escrita ni entregada para Blanca...
Tu madre cuidaba de mí y mis hermanas, juegamos en tu patio, con los jueguetes de tu hermano. En algunas ocasionesnos peleamos, pero siempre supimos contentarnos. Coincidimos en el mismo salón de clases, compartimos a los mismos compañeros y nos veiamos todos los domingos en la iglesia. Había mucho de mó en los mismos lugares que visitabas. Nos sentiamos tal vez en el fondo queridos.
Ayer me llegaron noticas tuyas, después de muchos años y me puse contento al saber de ti y de tu boda. No pude no pensar, entre tantas cosas que vinieron a mi mente, en una fotografía que conservo, donde fuimos "café con leche...". Recuerdas? Tú blanca, yo moreno, de la misma estatura, ideal para formar una pareja en un baile escolar. Fuimos la risa de todos nuestros compañeros del salón, fuimos "café con leche", tú blanca como leche, yo moreno cual café. Así nos recuerdo, envueltos en la inocencia de la infancia.
Tal vez no es honesto de mi parte, incluso nada sincero, porque redefiniendo nuestro paso en el tiempo y lo que me provocó tu recuerdo, esta interpretación tal vez no sea la más coherente y mucho menos la que resulte justa a la bella realidad que compartimos. En mi cabal juicio -ahora que lo pienso-, no fuiste mi amor, aquello fue cosa de niños, diversión, risas y juegos. Para mi eras mi amiga, me gustaba que tú supieras a qué prefería jugar, hacer la tereas juntos, compartir las buenas y las malas calificaciones, era siempre gratificante repartirnos un diez... tu madre siempre nos decía que nos tocaba a los dos un cinco. Me gustaba comer en tu casa, ese mundo conocido que a diario volviamos gigante con la ayuda de la imaginación y descubriamos en todo momento y en cada rincón.
Ahora seremos recuerdos el uno para el otro. Escucharemos nuestros nombres y sonorán familiares, evocarán recuerdos, aunque nuestros rostros nos sean desconocidos. Te dije que conservo una fotografía de un baile? Ahí permanecerá guardada, entre hojas duras y protegidas, como muda testiga de nuestra breve cohexistencia en el cauce del tiempo.
Nos volvimos a ver, Lo recuerdas?, después de algunos años, no hubo palabras, en el interior intenté recordarte, regresar el tiempo en un instante y volverte a ver como te recuerdo, para saberte conocida. Sería absurdo decir que te amo, no sé aún si en algún momento lo hice, sólo se que algunas circunstancias se presentaron para conocernos y otras tantas para separarnos. Ambos desconocemos otro desenlace fuera del nuestro. No me atrevo a pensar otro, no tiene sentido. Sin embargo, puedo expresar otras cosas bellas que me provoca traerte a la memoria, hay una inmensa ternura que me abraza cuando te pienso, y creo que es lo menos que podré yo hacer para honrar aquel tiempo.
No te agobio más Blanca con mis letras. Te será útil saber que me ha ido bien, Dios ha sido bueno en mi vida y ahora estoy a punto de graduar. Ruego a nuestro Dios por ti, para que bendiga tu vida y de sabiduría y amor en abundancia al que será tu esposo con el fin de que pueda honrarte y cuidarte. Que la felicidad de compartir el amor de Dios con otro ser por el resto de sus vidas abunde siempre en su familia y sea brisa y oportuna, sofocante de las llamas de la contienda que hacen arder algunas veces ramas secas de rencores que pueden crecer en nuestro jardín. Dios bendecirá su jardín, el fruto del trabajo de sus manos, el de tu vientre de mujer y tu hogar cubrirá con su mano.
Continua presevando en la carrera, llénate de fuerzas y cobra ánimo, cuando jugabamos y caías te levantabas. Nunca te guardes ni te prohibas las lágrimas, procurate buenas obras fruto de tu fe, mujer virtuosa, tu casa será testiga del amor de Cristo para los que en la oscuridad del mundo buscan el camino.
Si en el futuro nos volvieramos a ver, seremos amigos, nos contaremos viejas historias, nos pondremos al día de los años pasados, seremos viejos amigos, tal vez entre a tu casa como fotografía. Seremos lindos recuerdos el uno para el otro, un nombre guardado en la infancia, una fotografía preservada, seremos lo que fuimos, seremos "café con leche".
Ayer me llegaron noticas tuyas, después de muchos años y me puse contento al saber de ti y de tu boda. No pude no pensar, entre tantas cosas que vinieron a mi mente, en una fotografía que conservo, donde fuimos "café con leche...". Recuerdas? Tú blanca, yo moreno, de la misma estatura, ideal para formar una pareja en un baile escolar. Fuimos la risa de todos nuestros compañeros del salón, fuimos "café con leche", tú blanca como leche, yo moreno cual café. Así nos recuerdo, envueltos en la inocencia de la infancia.
Tal vez no es honesto de mi parte, incluso nada sincero, porque redefiniendo nuestro paso en el tiempo y lo que me provocó tu recuerdo, esta interpretación tal vez no sea la más coherente y mucho menos la que resulte justa a la bella realidad que compartimos. En mi cabal juicio -ahora que lo pienso-, no fuiste mi amor, aquello fue cosa de niños, diversión, risas y juegos. Para mi eras mi amiga, me gustaba que tú supieras a qué prefería jugar, hacer la tereas juntos, compartir las buenas y las malas calificaciones, era siempre gratificante repartirnos un diez... tu madre siempre nos decía que nos tocaba a los dos un cinco. Me gustaba comer en tu casa, ese mundo conocido que a diario volviamos gigante con la ayuda de la imaginación y descubriamos en todo momento y en cada rincón.
Ahora seremos recuerdos el uno para el otro. Escucharemos nuestros nombres y sonorán familiares, evocarán recuerdos, aunque nuestros rostros nos sean desconocidos. Te dije que conservo una fotografía de un baile? Ahí permanecerá guardada, entre hojas duras y protegidas, como muda testiga de nuestra breve cohexistencia en el cauce del tiempo.
Nos volvimos a ver, Lo recuerdas?, después de algunos años, no hubo palabras, en el interior intenté recordarte, regresar el tiempo en un instante y volverte a ver como te recuerdo, para saberte conocida. Sería absurdo decir que te amo, no sé aún si en algún momento lo hice, sólo se que algunas circunstancias se presentaron para conocernos y otras tantas para separarnos. Ambos desconocemos otro desenlace fuera del nuestro. No me atrevo a pensar otro, no tiene sentido. Sin embargo, puedo expresar otras cosas bellas que me provoca traerte a la memoria, hay una inmensa ternura que me abraza cuando te pienso, y creo que es lo menos que podré yo hacer para honrar aquel tiempo.
No te agobio más Blanca con mis letras. Te será útil saber que me ha ido bien, Dios ha sido bueno en mi vida y ahora estoy a punto de graduar. Ruego a nuestro Dios por ti, para que bendiga tu vida y de sabiduría y amor en abundancia al que será tu esposo con el fin de que pueda honrarte y cuidarte. Que la felicidad de compartir el amor de Dios con otro ser por el resto de sus vidas abunde siempre en su familia y sea brisa y oportuna, sofocante de las llamas de la contienda que hacen arder algunas veces ramas secas de rencores que pueden crecer en nuestro jardín. Dios bendecirá su jardín, el fruto del trabajo de sus manos, el de tu vientre de mujer y tu hogar cubrirá con su mano.
Continua presevando en la carrera, llénate de fuerzas y cobra ánimo, cuando jugabamos y caías te levantabas. Nunca te guardes ni te prohibas las lágrimas, procurate buenas obras fruto de tu fe, mujer virtuosa, tu casa será testiga del amor de Cristo para los que en la oscuridad del mundo buscan el camino.
Si en el futuro nos volvieramos a ver, seremos amigos, nos contaremos viejas historias, nos pondremos al día de los años pasados, seremos viejos amigos, tal vez entre a tu casa como fotografía. Seremos lindos recuerdos el uno para el otro, un nombre guardado en la infancia, una fotografía preservada, seremos lo que fuimos, seremos "café con leche".
Tijuana, 26 de junio de 2009
qué lindo!
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