Pensando en mujeres...
Ahora que las pienso a razón de las letas de una canción y dos libros que estoy comeindo, me doy cuenta que mi caminar con Jesús ha sido impactado de mayor manera por mujeres, un lindo detalle que no había considerado. El tema me provocó una serie de: lluvias de recuerdos-comentarios que he hecho en el pasado ( y por los que me he arrependido) y otros que escuché de "hermanos" (incluso desde el púlpito) sobre "las hermanas". Me gustaría dejar en claro, antes de continuar, que mis ideas están ubicadas en un lugar social especifico en el cual reconozco la preencia de dos mujeres muy cercanas a mí que han influenciado en gran medida mi pensamiento, una de ellas mi mejor amiga y la otra también.
Sobre el tema soy consciente que, lejos de poder hacer una erudita contribución, sea desde las ciencias sociales, la historia o la teología, llegué a él por el camino de los encuentros que despiertan recuerdos y proyectan perspectia de futuro, por lo tanto, con más libertad, deseo hacer un tierno y bien merecido reconocimiento a las mujeres que pienso debo mucho en mi caminar con Jesús, sírvase pues como homenaje a ellas, en primero lugar.
Iniciaré con la idea que algunas denominaciones tiene acerca de la mujer, entre ellas la más detestable es el prohibirles el predicar o enseñar a un grupo en donde haya hombres!, qué cosa tan más aberrante delante de los ojos de Dios. Pregunto: No fueron ellas a las primeras que el Señor Jesús recusitado se les apareció? No fueron ellas las primeras misioneras que llevaron las buenas nuevas a un grupo de apóstoles encerrados, muertos de miedo y que no les creyeron? Más aún, no permanecieron ellas cercas en toda la Pasión del Mesías sufriente? Alguien debería recordar esto de vez en vez antes de bociferear bajo el supuesto amparo de la autoridad Divina.
Veámoslas en las congregaciones, no son ellas las que están en todas partes, en las ausencias de los varones, no son las que enseñan, las que cocinas, las que cuidan las que... (algo anda un poco mal no?)
Recuerdo a mis dos profesoras de Escuela Bíblica: la hermana Petra, aunque de ella no tengo recuerdos propios, sino la historia que ella y otros me han contado, aún así les doy credito y reconozco su trabajo en formar niños en la Palabra de Dios, del cual yo uno de ellos; la segunda fue Socorro, a quien recuerdo más, fue poco tiempo pero conservo pequeños segmentos como de video en donde ella compartía su clase, quería enseñar y que le entendiéramos, nos amaba.
Después aparecen, con los muchos años Ale y Flor, que han sido de gran bendición, a ellas se agregó Pahola, una triada sensacional llenas de misterio, pasión por las obras de sus manos, fuertes y fieles amigas.
Vaya, este post no se pudo llamar mejor, pensando en mujeres, porque realmente las pensé, tal vez en otro post hable de los hombres que han impactado mi vida y me han ayudado, apoyado y animado en el caminar con este Dios del que somo suyos y tuvo a bien por amor y misericordia tomar forma humana.
Sea pues estas mis letras a manera de un reconocimiento a su labor, a la pasión que muchas de ellas demuestran por Cristo y a los pasos gigantes de fe que dan, son gigantes, honrados debemos sentirnos al compartir con ellas tan noble tarea.
Sobre el tema soy consciente que, lejos de poder hacer una erudita contribución, sea desde las ciencias sociales, la historia o la teología, llegué a él por el camino de los encuentros que despiertan recuerdos y proyectan perspectia de futuro, por lo tanto, con más libertad, deseo hacer un tierno y bien merecido reconocimiento a las mujeres que pienso debo mucho en mi caminar con Jesús, sírvase pues como homenaje a ellas, en primero lugar.
Iniciaré con la idea que algunas denominaciones tiene acerca de la mujer, entre ellas la más detestable es el prohibirles el predicar o enseñar a un grupo en donde haya hombres!, qué cosa tan más aberrante delante de los ojos de Dios. Pregunto: No fueron ellas a las primeras que el Señor Jesús recusitado se les apareció? No fueron ellas las primeras misioneras que llevaron las buenas nuevas a un grupo de apóstoles encerrados, muertos de miedo y que no les creyeron? Más aún, no permanecieron ellas cercas en toda la Pasión del Mesías sufriente? Alguien debería recordar esto de vez en vez antes de bociferear bajo el supuesto amparo de la autoridad Divina.
Veámoslas en las congregaciones, no son ellas las que están en todas partes, en las ausencias de los varones, no son las que enseñan, las que cocinas, las que cuidan las que... (algo anda un poco mal no?)
Recuerdo a mis dos profesoras de Escuela Bíblica: la hermana Petra, aunque de ella no tengo recuerdos propios, sino la historia que ella y otros me han contado, aún así les doy credito y reconozco su trabajo en formar niños en la Palabra de Dios, del cual yo uno de ellos; la segunda fue Socorro, a quien recuerdo más, fue poco tiempo pero conservo pequeños segmentos como de video en donde ella compartía su clase, quería enseñar y que le entendiéramos, nos amaba.
Después aparecen, con los muchos años Ale y Flor, que han sido de gran bendición, a ellas se agregó Pahola, una triada sensacional llenas de misterio, pasión por las obras de sus manos, fuertes y fieles amigas.
Vaya, este post no se pudo llamar mejor, pensando en mujeres, porque realmente las pensé, tal vez en otro post hable de los hombres que han impactado mi vida y me han ayudado, apoyado y animado en el caminar con este Dios del que somo suyos y tuvo a bien por amor y misericordia tomar forma humana.
Sea pues estas mis letras a manera de un reconocimiento a su labor, a la pasión que muchas de ellas demuestran por Cristo y a los pasos gigantes de fe que dan, son gigantes, honrados debemos sentirnos al compartir con ellas tan noble tarea.
Me siento aludida, jeje. Muchas gracias. Por hombres como tú sé que es posible relaciones entre hombres y mujeres donde la redención de Dios se vive y moldea vidas para vivir en su propósito original. ¡Qué bendición!
ResponderEliminarCuéntame, ¿qué libros estás leyendo?
Abrazos!