...de los rechazados...

La esperanza de un soplo

Debajo de un puente está el cadáver de la idea de ser-humano en proceso lento de descomposición, en el silencio del abandono, en el lugar más oscuro del desprecio, donde nadie quiere ir y a donde no habría necesidad de descender. Ahí permanece lleno de nada, vacío de nada, cansado de los esfuerzos fracasados; sin luz y ni camino, sin valor, sin vida ni esperanza, sin remedio a la putrefacción, como espejo sucio donde se refleja corrupción y no se alcanza a reconocer el reflejo de un Dios creador.

¿Dónde hay vida suficientemente llena que no contenga vacíos? ¿Por qué en las desesperaciones de los existencialistas desahuciados sigues presente? ¿Por qué a pesar del esfuerzo no hemos podido vivir sin ti?

¿Cuál es la cualidad muy tuya que hemos olvidado? Ente extraño que me enseñaron a llamar Dios. ¿Por qué la vida de tu aliento parece escapárseme? Hacedor de hombres de barro. ¿Qué hay después del final? ¿Cuándo le llega el tiempo al tiempo? ¿A qué sabe la eternidad?

O mejor aún: ¿Cuál es la vida que ofreces? ¿La salida a qué muerte? ¿La redención a qué pecado? ¿Cuál es la validez de tu mensaje después de dos mil años de aquella vez que de un madero quedaste colgado? Tú que dices ser la verdad, constrúyeme; si tú luz, yo oscuridad, cúbreme por piedad; tú esperanza, entra en mi mundo y dáme un futuro; si tú Dios y yo creatura, házme saber tu fuerza viendo mi debilidad. Por qué eres tú el único preocupado por mi, Dios compasivo.

¿Acaso sabes que esto que llamo vida pronto se me irá? ¿Cuál tiempo tendremos para vernos, Dios eterno? ¡Hábla, no guardes silencio! ¿Quedará más de ti en mí o sólo la certeza de tu existencia? ¿Seré algo especial en tu memoria o sólo un soplo que con la mañana se irá?

Dios que das vida, si sobreviviré a mi cuerpo ha de ser por tu intervención, tu mano extendida es más que una invitación, es la prolongación de la vida, el esfuerzo de tu misericordioso brazo alcanzándome en el fondo de la desesperación; con tu muerte, vida eterna. ¿Por qué no hay vida sin ti? ¿Por qué la habría? Tú eres el Dador de vida, porque tú eres vida, y fuera de ti no hay nada. Dios vivo sopla tu aliento para llenarnos de ti.

Comentarios

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. ¿Por qué cuando los perros tienen hambre comen? ¿por qué cuando los hombres no están satisfechos devoran vomitos para saciar su hambre o para engañarla?
    Muy buen texto, me gusta mucho la prosa poética.

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