Entre calles y banquetas
Dios anda la ciudad
Pero no visita las iglesias
Lo alcancé a ver de paso,
Se inclinó en medio de la banqueta aglomerada hasta donde un niño,
Le sonrió como dos amigos que se conocen de años,
Ante mi sorpresa
No di crédito a lo que vi,
Al Señor, con sus manos heridas,
Acariciando aquellas mejillas.
...y nosotros que pensamos que todo
se soluciona con algunas monedas
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