Las conversaciones siempre terminan siendo lo mejor del momento...

El lenguaje lo media todo, mis ideas, sentimientos, mi relación con Dios, mi historia, la Historia, la historiografía que es lo que hacemos y las conversaciones entre mis amigos, vaya existencia....

Este sábado pasado fue un buen momento, de concluir trabajo y dejar abiertas conversaciones con promesas de nuevos encuentros con los que bien podría decir "quiero", los amig@s que están aquí a pesar de conocerme bien. A Dios gracias por ellos y a Él por dármelos; gotas de gracia, Salomón no se equivocó.

Entre profes-amigas, amig@s herman@s nada pasar mejor, siempre quedan cosas que contarnos, motivos para reir, conversaciones interesantes, viajes y aventuras para narrar, quejas, dudas, consejos; en la mesa galletas, sabritas, vino, mucho. Acaso no es un símbolo de gozo, y el Nazareno en aquella fiesta lo convirtió del agua? En fin... (otra vez, de mis palabras favoritas).

Nada como los buenos tiempos, a pesar de las desveladas, las distancias siempre ameritan dedicarle desveladas y desmañanadas. Pero quedan pocas conclusiones, tal vez las mismas que la últimas veces, sólo que ya interiorizadas y aceptadas. Tal vez porque ahora nos vemos en otro lugar social y no media un mesabanco entre nosotros, tal vez porque ahora estamos todos del otro lado y nos toca sufrir al enseñar; grandes batallas que nadie conoce, historia-lenguaje-tiempo-conciencia-futuro-presente; quién nos entenderá? Los nuestros? La idea es que todos!

Vaya pues, una reunión, dos velas a la mesa, la noche cobijandonos de sereno, música de fondo, risas, silencio, alguien cuenta su experiencia; intervención, alguien opina, apoya, cambia el tema; la noche se fue y llegó el otro día pero las velas no se apagaban aún...

En un punto de la noche, en esta ciudad desde donde se puede ver las luces de San Diego, había un grupo de amigos conversando, que por un momento las sirenas o las balas no los interrumpan, mañana irán a andar las calles para tener historias que contarse cuando, espero pronto, nos volveremos a ver...

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