Me atrevo a decirlo sin reparo....

...que tengo una amiga y hermana en Costa Rica, ¡y aún más!, que no es la única. Pero el día de hoy, como todos en los que me llegan en letras el recuerdo de su voz, me puse contento y sentí en mi interior el palpitar del corazón, como cuando reconoce un ser querido... me saludo, como siempre, dejo buenos deseos, me dio un regalo: su tiempo y palabras, ¡Cuán hermosas son las palabras! y cuán triste es su ausencia.
Por tal motivo dejo aquí en mi escritorio, sin miedo a que ella se disguste, porque si es mi amiga y mi hermana también lo es, en algún mismo sentido, vuestra hermana y amiga. Me atrevo a decirlo sin reparo que a ella le gustaría que sus palabras aquí estuvieran, pero me las conservo para mí, tan sólo comparto su regalo, lo que leí y lo que me gustó... esperando que a vos les agrade.... porque tienen tanto de verdad, y no esa verdad que nosotros creamos y defendemos, sino de esa verdad que conocemos y experimentamos, que es verdad porque es independiente de nosotros y nos define, nos mueve, nos llena...

"El psicólogo más experimentado sabe infinitamente menos del corazón humano que el cristiano simple que vive bajo la Cruz de Jesús. La perspicacia psicológica, la capacidad, y la experiencia no pueden comprender una cosa: El pecado. La sabiduría de ellos es sobre la angustia, la debilidad y el fracaso, pero no conoce la impiedad del hombre. Y por tanto, tampoco sabe que el hombre es destruido sólo por su pecado y puede ser curado sólo por el perdón. Sólo un cristiano sabe esto. En la presencia de un psiquiatra sólo puedo ser un hombre enfermo; en la presencia de un hermano cristiano me atrevo a ser un pecador. El psicólogo trata de buscar en mi corazón, pero no penetra en su profundidad. El hermano cristiano sabe que cuando voy con él soy un pecador, un hombre sin Dios que quiere confesar y anhelar el perdón de Dios. Esta es la diferencia: el psicólogo me trata como si no hubiera Dios, mi hermano me ve como pecador, y no me juzga sino que misericordioso, lleno de Dios; me conduce de nuevo a la Cruz, la Cruz de Cristo Jesús”.

(Bonhoeffer, Vida en Comunidad)

Quisiera salir a tomar el primer avión a Costa Rica para agradecerle...

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