Confesiones fuera del aula

No lo tomen a mal, nunca es personal, procuro siempre su mejor bienestar; no los culpo, algunas veces no alcanzo a cumplirles tal como me gustaría, pero cuando pienso que los entiendo siempre me sorprenden. Están en constante cambio. un día nos llevamos bien y al siguiente parece que somos dos perfectos desconocidos.
Recuerden que alguna vez yo estuve en su lugar y probablemente alguno lo estará en el mío. Lo mismo ocurrió conmigo, entonces entenderán un poco.
Yo mismo lo he pensado: ¿Por qué lo hago? ¿Dinero? que ingenuidad, ¿fama? elegí el peor lugar, ¿éxtio? menuda forma de medirlo o alcanzarlo... no, pienso que es mucho más que eso... sí, lo es.
Y es tal vez por algo lo más similar a esto, que es lo que de primer momento alcancé a esbozar:

A enseñar a ser personas....
...a enseñar a pensar como personas....
...a enseñar a respetar al otro como persona...
....a enseñar a dialogar con personas y
...vivir como personas.

Ya sé que es casi una ilusión, una utopía, pero me gusta recordarla siempre que entro al salón y sepan que eso es lo primero que tengo en mente cuando me ves cruzar la puerta....



Comentarios

  1. Gracias por compartirlo. Sé que lo haces con esa intención, respondiendo al llamado... Ánimo, fueron profes de secundaria los que Dios usó para alcanzarme y enseñarme mucho de lo que significa ser persona.

    ResponderEliminar
  2. awwm me gustó. Muy lindo pensamiento Abdiel!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Navidad y los universitarios cristianos

¿Por qué soy cristiano? De John Stott

Sobre testimonios, testirollos y tristemonios