Intenta




Censura mis versos,
Apágalos como a fuego que consume el cielo,
¡Pídeme borrarlos!
Esconderlos debajo de la alfombra,
Callarlos con la voz de las olas.

¡Moléstate con ellos!
Porque sonrojan tus mejillas
y te arrancan tiernamente  un par de suspiros.
Intenta olvidarlos.
Pero dos cosas te puedo asegurar:
Crecerán como la hierba en el jardín durante la primavera
Y ningún pie los detendrá;
Los encontraras en todos tus espejos,
Ellos te alcanzarán
Y cual perlas adornarán tu cuello.
Y en el secreto de mi curiosidad te alegrarás
Por escucharlos,
Por reconocerlos como ciertos…
Puesto que todos ellos te gritan: ¡te quiero!
           

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Por qué soy cristiano? De John Stott

Prefiero la democracia imperfecta a una teocracia imperfecta

Dios con nosotros