Soy un texto

No se me han quitado las ganas de escribir, este vicio o encomienda que se nutre de mi melancolía sigue acompañándome; no me quejo, es parte de mi personalidad. De momentos estoy atado al teclado, a una hoja en blanco, se me escapan ficciones, versos, cuentos, ¿estaré loco? Cuando pienso que esas andadas de espíritu romántico no son propias de la edad, me decido a reprimirlo, olvidarlo, jugar a que no lo entiendo, que soy capaz de olvidarlo. ¡Ah pero a quién puedo engañar! Soy yo mismo un texto y estas oraciones que leo  me sorprenden desde detrás del espejo, es mi propio rostro, son mis ojos, mi búsqueda por comprender el mundo y el cambio, es el discurso de mi peregrinaje en busca de Él, mi la respuesta a su Palabra.  

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