Universidad y misión.
CARTA ABIERTA A LOS COMPAS
¿Qué tendría que pasar para que?
Martes.
9:30 a.m. Un juez rechaza tomar
el maletín lleno de dinero, el soborno por declarar inocente a un criminal estafador
a nivel nacional, se descubre la red de trabajo, toda la banda caen en manos de
la justicia. Miles de personas no perderán sus ahorros. 11:56 a.m. La
responsable de mercadotecnia de cierta ropa rechaza una campaña publicitaria
que denigra el papel de la mujer. Los spot comerciales nunca salen en la TV y
miles no son bombardeados con ellos, se avanzó un poco más en la búsqueda de la
dignidad de las mujeres en la sociedad. 2:00 p.m. El contador se niega alterar
las cifras, los responsables pierden el trabajo, un departamento completo
aprende el valor de la integridad. 4:37
p.m. El arquitecto se niega a firmar los planos porque afectan el hábitat protegido
de un ave, la compañía se muda, se dan pasos en el cuidado de la creación. 6:13
p.m. Una abogada denuncia al jefe que la acosa, el hombre es exhibido y
sancionado. 7:25 p.m. Un pastor administra honestamente los recursos de la
iglesia, 8:36 p.m. una mujer policía detienen a un asaltante, rechaza el
soborno, el hombre es presentado a la justicia. 9:57 p.m. el político no asiste
a una cena con narcotraficantes, denuncia la reunión, un cartel cae. 11:52 p.m.
el reportero se niega a dar información tendenciosa, preserva su integridad, un
país no es engañado.
¿Qué tienen en común todos ellos?
Durante algunos semestres todos ellos tuvieron de compañero por lo menos a una
persona cristiana que en algún momento de su vida se le presentó la oportunidad
de compartir su fe con ellos…
…la urgencia de la evangelización
en la universidad trasciende más allá de la misma, impacta a la sociedad,
repercute en la eternidad. De alguna manera, la proclamación del evangelio es también
transformación social.
Mujeres y hombres que impacten la
universidad y sociedad con los valores del Reino de Dios. Fieles testigos del
poder de Dios, cartas abiertas que hablan del amor de Dios para el mundo
expresado en el Hijo….
Muerte…
….vida.
Hombre y Dios
Llamado…
Universidad y misión
Un
martes como hoy es el segundo día para obtener una ficha de ingreso para los
miles de aspirantes nerviosos y preocupados a ingresar a la universidad pública
más importante del estado. Precisamente un martes como hoy, cuando el sitio de
reunión para orar en los jardines de la universidad está ocupado por carpas,
mesas y sillas elegantemente decoradas que ofrecen descanso a otros miles que preocupados
y nerviosos presentan su examen CENEVAL de egreso. Interesante, estos dos
grupos tienen en común emociones similares y que a su vez comparten a sus familiares
y amigos cercanos, pero a pesar de compartir esto, precisamente un martes como
hoy no son los mismos, los separan por lo menos cuatro años de distancia,
desvelos, trabajos escolares, prácticas y experiencias en un lugar que marcará
a todos probablemente el resto de sus vidas. Para algunos, la universidad los “hará
alguien”, para otros, “les dará algo”, herramientas, habilidades, identidad,
amigos o futuro.
Es por eso que tal vez en la
universidad es donde se pelea con todo y con todos por algo que no sabemos qué es,
ni para qué nos va a servir con certeza. Nos peleamos en la puerta de entrada por
uno de los pocos boletos para alcanzar un futuro con otros, precisamente otros
como nosotros mismos que, sintiéndonos igual creemos no tener nada. Nos pelearemos
en el vestíbulo en la sala, el comedor y la cocina con los que como nosotros
lograron entrar y con los que ya están dentro, ¿Pero por qué nos pelamos? Porque
creemos que aquí hay “algo” que podemos poseer y nos hará “alguien”, y no sólo
alguien para nosotros mismos, sino “alguien más para servirnos de los demás”.
Si sobrevivimos, nos pelearemos de nuevo con los que llegaron hasta la puerta
de salida para salir primero y salir mejor que los demás, pelearemos lugares
que no existen y que nos dijeron que nos estarán esperando, peleamos entre
nosotros y en el fondo, después, cuando nos curemos las heridas, o disfrutemos
la destrucciones de los demás, nos cuestionaremos si hemos obtenido eso tan
prometido, eso inventado por otros y que creímos antes de ingresar. Algunos se
engañaran con lo que pueden obtener y disfrutar individuamente. Otros, ante la
carencia de al menos eso, renegarán por no haberlo poseído, acusando a su mala
suerte y dando por hecho que tal cosa que sí duda existe. ¿Y qué ganamos al
final? A nosotros mismos, la imagen construida o inventada. Pero seguimos
solos.
¿Reaccionamos
distinto los que nos llamamos discípulos de Jesús o al menos cristianos? ¿La universidad
despierta en nosotros el mismo egoísmo de buscar todo para mí? Cada uno somos
responsables de responder a estas interrogantes con la vida misma y a vivir las
consecuencias de éstas. La universidad es un espacio de servicio y misión que
se debe asumir con el costo que esto implica. Sólo así, vidas que renuncian a
labrarse un nombre propio, que reconocen su fragilidad y limitaciones, que
sueñan con un mundo incluyente, donde reine la vida y no la muerte (donde haya armonía
entre la humanidad y Dios, la humanidad entre si y la humanidad con la creación)
y se comprometan con su vida por alcanzarla, serán sal y luz en medio de una
generación perversa. Sal para detener la corrupción del pecado que carcome como
un cáncer a los hombres y mujeres desde dentro hacia afuera; y luz que alumbra
al mundo con la Luz de Verdad que brilla y se ofrece como única salvación.
¿Puede un discípulo de Jesús prescindir
de la evangelización en la universidad? Es cierto que la vida universitaria
genera rutinas propias a las que no solo se acostumbra el estudiante sino todos
los que le rodean. Es indispensable la organización y disciplina, de la misma
forma que la integridad y honestidad. ¿Pero eso es suficiente para no hacer
nada? ¿De qué forma se puede evangelizar entre las tareas, proyectos, clases,
laboratorios, prácticas, servicios sociales, la familia, amigos y el resto de
la vida misma? Sería pretencioso dar respuestas a estas preguntas sin observar
los contextos de cada uno. Por lo tanto exige al estudiante una respuesta
responsable a ellas. Algunos estudiantes dispuestos a seguir a Jesús y obedecer
en el mandato de ir a compartir el evangelio del Reino de Dios han sido tan
creativos como el Espíritu les impulsa a serlo. Algunos comparten por medio de
grupos pequeños, otros con actividades al aire libre más esporádicas, otros más
prefieren intencionar y preparar breves momentos con sus compañeros, algunos
aprovechan las lecturas, las noticias o el cine. Cada una de ellas válidas,
cada una de ellas distintas. Es a la pregunta de ¿Cómo debe responder el discípulo
a la invitación de Jesús a ir a anunciar el Reino de Dios? Que me gustaría
ayudar a responder por medio de los capítulos 9 y 10 del evangelio de Lucas.
Estudio bíblico. Lucas 9 y 10
El
capítulo 10 de Lucas inicia así: “Después de esto”. ¿Después de qué? Después de
tres encuentros que Jesús tiene con tres personas que no responden de la forma
correcta al llamado que Jesús les hace. Por lo tanto, lo que Lucas pareciera
decirnos en capítulo 10 es cuál es la forma correcta de responder a la
invitación que Jesús hace y significa obedecer. Esta es la segunda ocasión en
la que Jesús envía un grupo de setenta discípulos a predicar, la vez primera envió
a los doce apóstoles (Lc. 9: 1-10). Sin embargo
las indicaciones son similares.
En esta segunda ocasión hay un poco más
de detalles, en el primer relato Jesús primero reúne a los doce discípulos, los
empodera sobre demonios y enfermedades (Lc 9:1) y después los envía a “proclamar
el Reino de Dios (Lc. 9:2). Después de instrucciones de no llevar nada para el
camino y explica cómo han de responder a la hospitalidad recibida o negada. Concluye
con el grupo de regreso con Jesús, quien los lleva a Betsaida.
En el relato de Lucas 10 el grupo es
mucho mayor, setenta, a quienes envió “de dos en dos delante de él, y lugar a donde
él había de ir.” Después continúa
con una serie de detalles, el trabajo es mucho, por lo tanto deben rogar al
Señor de la cosecha por más obreros para trabajar. Además que los discípulos son
enviados como ovejas en medio de lobos. Lo que se desprende de aquí es que los discípulos
deben orar al Señor porque el trabajo los sobrepasa y habrá personas que se
opongan, por lo tanto, deben orar en dependencia al Señor, para que en su
gracia ellos puedan cumplir la obra a la
que han sido enviados. Las recomendaciones son similares, la misión requiere
hacerse en urgencia, por lo tanto no pueden perder tiempo preparando la salida
ni en largas despedidas.
Al igual que Lucas 9, Jesús recuerda la
forma en la que los discípulos deben responder a la hospitalidad mostrada para
con ellos, donde sean recibidos deberán quedarse, contentarse con lo que se les
ofrezca, sanar a los enfermos y
anunciar: “Se ha acercado a ustedes en Reino de Dios” (Luc. 10:8-9). Donde no
sean recibidos deben sacudir el polvo de sus pies en señal del juicio de Dios
venidero contra ellos (ver Lc. 9:5 y Lc 10:10-16). No obstante, las implicaciones
y consecuencias del rechazo de estos enviados se desarrollan más en el relato
de Lucas 10. Estas relacionan rechazo de los enviados por el Mesías-y-juicio de
Dios. Ante la falta de hospedaje el castigo que recibirán será mucho mayor que
el Sodoma. (Ciudad donde los hombres no fueron hospitalarios con los angeles que
visitaban a Lot, ver. GN 19:1-11). De tal forma que Jesús advierte a las
ciudades judías que han escuchado, de parte de los enviados, las buenas nuevas
del evangelio y han visto las obras de hechas en nombre de Jesús, que de no arrepentirse
su castigo en la hora del juicio será mayor que el que recibirá ciudades
gentiles. ¿Por qué las palabras son tan duras? Porque de fondo lo que ha
ocurrido es que ellos han rechazado a Jesús mismo, puesto que “El que a ustedes
escucha, a me escucha a Mí, y el que a ustedes rechaza, me rechaza a Mí; y el
que Me rechaza a Mí, rechaza al que me envió” (Lucas 10:16). Es decir, estos
hombres son representantes del mismo Jesús. Escuchar o rechazar a estos
extraños nos enfrenta ante el mismo Salvador.
El relato de Lucas 10 también termina
con detalles sobre el regreso, que a diferencia de Lucas 9, estos regresaron
con gozo por ver cómo los poderes de muerte y deshumanización se sujetan a
ellos por la autoridad y nombre de Jesús. A lo que él responde que él ha visto
al acusador y opositor caer y no permanecer frente a la extensión del Reino de
Dios. Una verdad que genera esperanza. Si bien son enviados indefensos ante la oposición (ovejas en medio de lobos) Jesús
les anuncia la caída definitiva de todo poder que se opone a Su misión (Satanás
caer de cielo). Y termina esta sección con Jesús recordando a los discípulos la
autoridad de la que han sido embestidos para no ser vencidos por la oposición. No
obstante, también les ayuda a encauzar su gozo, que no debe ser por aquello que
aparentemente ellos pueden hacer y ver, sino en algo mucho más grande que no
pueden ver y no han hecho ellos, Dios los conoce, “regocíjense de que sus
nombres están escritos en los cielos” (Lc. 10:20b).
A diferencia de Lucas 9, en este segundo
relato el autor nos muestra a un Jesús que no puede contenerse ante el gozo de
saber que el Reino de Dios es proclamado y su boca se abre para dar alabanza a
Dios el Padre. "En aquella misma hora Jesús se regocijó mucho en el
Espíritu Santo, y dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque
ocultaste estas cosas a sabios y a inteligentes, y las revelaste a niños. Sí,
Padre, porque así fue de Tu agrado. "Todas las cosas Me han sido
entregadas por Mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo sino el Padre, ni quién
es el Padre sino el Hijo, y aquél a quien el Hijo se
lo quiera revelar." (Lc.
10:21-22). Lucas muestra a los discípulos como testigos de un diálogo entre el
Dios trino, el Hijo se regocija en el Espíritu Santo y alaba al Padre. Y es un regocijo
por la obra redentora de Dios, que es
revelada por Dios mismo al Hijo y a quien éste quiere, en franca oposición a un
conocimiento adquirido por esfuerzo propio, la revelación de Dios por medio de
Jesús es precisamente eso, una revelación dada y que ha de recibirse como niño.
De tal manera que los discípulos son dichosos, porque están frente a quien
puede revelar a Dios, y tal privilegio, no buscado ni merecido, fue anhelado en
el pasado por dignas personalidades como profetas y reyes. Sin embargo a Dios le
ha placido revelarse en el Hijo, humilde y sencillo.
¿Qué verdades se desprenden de estos pasajes?
Entre otras que,
- los que salen a proclamar el Reino de Dios (o evangelizar) son enviados por Jesús mismo como sus representantes, llenos de su autoridad y su predicación, aunque rodeada de oposición,
- debe ser buenas noticias a los que la escuchan, tal como se sana a alguien que padece a una enfermedad.
- Asimismo se repite la urgencia de ir a predicar, se incluye la inmensidad del trabajo que sobrepasa, la realidad de la oposición (lobos, serpientes y escorpiones), la confianza en la victoria (Satanás caer del cielo) y el juicio venidero de Dios al que no recibe, escucha y rechaza las buenas noticias que a Dios le ha placido revelar a los hombres en el Hijo.
A su vez,
el pasaje termina en el gozo, el gozo que los discípulos tienen por ver el
Reino avanzar, el gozo al que los invita el Hijo por saberse conocidos por Dios
y formando parte en su plan redentor que encabeza el Hijo, y el gozo de Jesús,
que en un coloquio divino, la trinidad se goza, Dios está obrando en la
historia.
¿Esta obediencia al Hijo es la prioridad
en mi vida en este momento? Es interesante como el segundo relato (Lc. 10) es
precedido por tres encuentros de Jesús en el camino (Lc. 9:57-62). En el
primero, alguien se ofrece a seguir a Jesús, pero al conocer el costo que
implica esa decisión, el texto sugiere que este aparente voluntario declino en
sus intenciones. En la segunda ocasión, es Jesús quien toma la iniciativa y
dice: “Ven tras Mí” (Lc. 9:59), pero las lealtades familiares le impiden asumir
la urgencia de “ir y anunciar por todas partes el Reino”. En un tercer
encuentro, uno que aparentemente ha comprendido el costo de seguir a Jesús se
ofrece a acompañarle, ¿será éste quién se decida por Jesús y su Reino? Aunque aparentemente
comprendido el costo, Jesús no parece ser su prioridad: “"Te seguiré,
Señor; pero primero permíteme despedirme
de los de mi casa.", la respuesta de Jesús es radical, la proclamación del
Reino implica un costo, es urgente y prioridad para los discípulos de Jesús.
¿Asumo
como urgencia la proclamación del evangelio en mi escuela? Puedes enumerar 3 acciones
concretas que lo demuestren. Si no, ¿Qué harás al respecto?
¿Cuál
es el costo de ser misionero en tu escuela? ¿Estás dispuesto a asumirlo? ¿Por
qué?
¿Cómo
reaccionas frente a los que rechazan escuchar las buenas nuevas de Jesús o ante
aquellos que escuchándolas no creen?
¿A
qué clase de oposición te enfrentas en la tarea cotidiana de compartir el
evangelio a tus compañeros? ¿Qué te dicen estos pasajes al respecto?
En otro discurso que recoge el evangelio
de Juan, cuando Jesús, después de tomar la última cena con sus discípulos les
recuerda otra gran verdad: "Ustedes
no me escogieron a Mí, sino que Yo
los escogí a ustedes, y los designé
para que vayan y den fruto, y que su fruto permanezca; para que todo lo que
pidan al Padre en Mi nombre se lo
conceda. (Jn. 15:16). De esta forma, podemos ya inferir que ser discípulo de
Jesús no puede separarse de ir a proclamar el Reino, se da por obvio, el discípulo,
a partir de su permanencia en Jesús es movido por él a ir a los otros con el
buen mensaje. ¿A dónde nos envía el Señor Jesús? ¿Cómo habremos de proclamar el
evangelio de salvación entre nuestra generación?
El Señor nos guíe, después de todo, como
lo menciona Lucas 10:1, los discípulos son enviados a los lugares a donde Jesús
había de ir. Es decir, Jesús ya está andando entre la universidad y nos sigue
invitando: “Ven tras mí”. Oremos para que podamos responder con urgencia, humildad,
confianza y prioridad a su llamado. ¡Así sea!
¿Cuál es el costo del llamado?
Miércoles
9:30 a.m. La buena
reputación de un juez anima las demandas, se reciben más casos de criminales para
ser enjuiciados. Se imparte justicia al desvalido. 11:56 a.m. Una compañía
recibe un premio por su publicidad con ética. Se dignifica al hombre y la
mujer. 2:00 p.m. Un contador es despedido. El costo del llamado,
bienaventurados los que sufren persecuciones por causa del bien. 4:37 Se construye un nuevo complejo turístico
responsable ecológico socialmente. Se busca la armonía entre el hombre y la
creación. 6:13 p.m. una abogada pierde su empleo. Bienaventuradas las que lloran
porque ellas serán consoladas, bienaventuradas los que tienen hambre y sed de
justicia porque ellas serán saciadas. 7:25 p.m. una iglesia se convierte en un
centro de dignificación para una comunidad, “Así brille la luz de ustedes delante
de los hombres, para que vean sus buenas acciones y glorifiquen a su Padre que
está en los cielos”. 8:36 p.m. una mujer policía no alcanza a pagar los gastos
de su casa. “No hay justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan” 9:57
p.m. un político es asesinado al salir de su hogar. "¿Hasta cuándo, oh
Señor santo y verdadero, esperarás para juzgar y vengar nuestra sangre de los
que moran en la tierra?" Y se les dio a cada uno de ellos una vestidura
blanca, y se les dijo que descansaran un poco más de tiempo, hasta que se
completara también el número de sus hermanos que habrían de ser
muertos como ellos lo habían sido.” 11:52 p.m. un reportero pierde su trabajo,
se abre un colectivo independiente de noticias. “El sembrador salió a sembrar…”
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