Nuestras enemigas
Estas escaleras están en nuestra contra
se encogen
cuando las subimos
juntos
y nos detenemos samaritanamente
para ofrecernos un beso (o tal vez dos)
Ahora que no estás
al subirlas
estiran la distancia
como gritándome mi supuesta
soledad
Las ignoro…
no son dignas de confianza
pero tienen cierta razón
cuando dicen:
“haces falta”
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