¿Qué onda con Levítico?

Terminé de leer este libro (el tercero en el Antiguo Testamento después de Génesis y Éxodo) y no pude dejar de preguntarme “¿Qué tiene qué ver Levítico conmigo?” o reformulando la pregunta: “¿Qué quiere decirnos Dios en este libro a nosotros, personas occidentales de principios del siglo XXI? El lector podrá encontrar extraña toda la primera parte (capítulo 1-18 aprox) donde se describen y explican cada uno de los sacrificios ordenados, pero debemos admitir que el escritor (o escritores) apelan a la imaginación de quien lee. Personalmente envidio la pluma de esas personas por la gran capacidad descriptiva.  Si estás leyendo el libro, o lo harás, ¡no te rindas! Continua, la segunda parte es un respiro. A partir del capítulo 19 hasta terminar (27) las indicaciones siguen pero ahora están relacionadas a otro ámbito. Cuando hayas terminado podrás reconocer que Levítico está dividido en 2 secciones, la primera relacionada con el sistema de sacrificios y los sacerdotes, termina está sección con una buena noticia, la expiación “pues en ese día se obtendrá el perdón de los pecados de ustedes delante del Señor, y quedarán limpios de todos ellos.”  La segunda sección tiene leyes y ordenanzas sobre otros aspectos de la vida social del pueblo y también termina con una buena noticia: el año del jubileo, cada 50 años se debían perdonar las deudas: “en el jubileo saldrá del poder del comprador, y el vendedor volverá a su posesión.”Como se puede ver, estas secciones, como dice un comentarista, explican el mandamiento:  “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo”. Hasta aquí una sencillísima reseña pero sigue la pregunta en el aire: ¿Qué onda con Levítico?


Por lo que leemos, el significado  institución de los sacrificios era hacer propiciación,  es decir, borrar el pecado. Ahora, debemos tener claro algunas ideas sobre los sacrificios:

  • 1.       El pueblo no se relacionaba con Dios por medio de los sacrificios, o en otras palabras “ el sistema de sacrificios no establecía una relación, más bien la expresaba y tenía el propósito de reflejar el pensamiento y la actitud del adorador hacia Dios”. Es decir, este es el medio para obtener perdón dentro del pacto.
  • 2.       La sangre de los toros y machos cabríos no hacía desaparecer el pecado, solamente Dios podía perdonar y los sacrificios era el medio para hacerlo según el pacto (previo entre Dios y el pueblo).
  • 3.       Los sacerdotes eran los responsables de enseñar la esta ley y ofrecer los sacrificios. El sacerdocio no es un status de privilegio sino una vida apartada para el servicio a Dios.


¿Por qué llenar a un pueblo de reglas? La respuesta se repite a lo largo del libro:
  • ·         “El Señor habló” y  


  • ·         “Yo soy el Señor su Dios”


Para el pueblo todo el sistema de sacrificios y las leyes se desprendían del carácter de Dios, y al ser pueblo suyo debían vivir en él  “Los israelitas son mis siervos. Yo los saqué de Egipto. Yo soy el Señor su Dios.”
El libro termina explicando las bendiciones que Dios traerá a su pueblo por la obediencia o la desobediencia, dicho sea de paso, las consecuencias de la desobediencia son devastadoras.  Por lo tanto, Levítico nos recuerda algo fundamental, para Dios existe un problema en el ser humano llamado pecado, la buena noticia es que Dios lo perdona, los sacrificios dejan claro en algo, sin derramamiento de sangre no hay expiación de culpas. El nuevo pueblo de Dios expresa su pertenencia al aceptar las leyes del Señor que los liberó, viviendo distinto. 

Dios desea estar en medio de su pueblo, por eso su pueblo debe ser santo (apartado para él exclusivamente), el pecado es un obstáculo, pero Él proveé el medio para otorgar ese perdon. Dios tiene cuidado. 

Alegrémonos, podemos vivir como pueblo suyo gracias a Él, ¡se acabaron los sacrificios! Jesús fue suficiente. 


De Santiago Benavides "Demos gracias"



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