Donde serena la noche
Réquiem por Ayotzinapa
Su agonía
nos despertó
todos estamos
iguales en Iguala
amordazados
llenos de miedo y
rabia
mirándonos
como extraños al borde del abismo
a
donde violentamente nos empujan
nos maldicen
y cubren de vituperio
¿y nuestros
cuerpos?
¿quién
los encontrará?
subiendo la
colina para nosotros no hay madrugada
aliento de
muerte
sonríen
lo
disfrutan
centellas de
injusticia pronostican tormenta
compañeros
en el suelo
muertos
amartillado
está el poder que escupe fuego
y
no hay suficientemente agua en nuestras lágrimas para detenerlo.
recibe Señor
de Iguala nuestras almas
y arrebátanos
de sus manos
ten misericordia
de nosotros
Jesús bendito
sálvanos de sus manos
desciende
con nosotros a la fosa mal cavada
a donde seremos
arrojados
ten misericordia
de nosotros
Jesús bendito
sálvanos de sus manos
sálvanos de sus manos
¿a dónde
llevan a los jóvenes?
¿a dónde se
los llevaron?
Dios golpeado
subió conmigo
en la
camioneta donde nos amontonaron
ten misericordia
de nosotros
Jesús bendito
sálvanos de sus manos
sálvanos de sus manos
al bajar en
Pueblo Viejo
entre la
noche y el tiempo
le perdí la
vista
allá nos
entregaron
allá nos mandaron
asesinar.
cayó
él primero de brazos abiertos
con una bala
entre sus sueños
no temo descender
si allí está Dios primero
III
“¡Vivos se
los llevaron
vivos los queremos!”
ojalá
resuenen nuestras voces en las esquinas de sus alcobas
pierdan el sueño
olvidándose de la
sonrisa grosera
obscena
temiéndole a las
paredes donde pululan las sombras
ojalá encuentren
penumbra
donde serena la
noche
y no descansen los asesinos
y no descansen los asesinos
IV
recibe Señor
a tus hijos de Ayotzinapa
y concédeles tu reino
esperanza
a quienes les harán falta
aún están asustados
consuela
a sus madres
condúceles con tiernos cuidados
a sus casas donde nunca regresaron
a sus casas donde nunca regresaron
recíbeles
Señor y dales el descanso de los inocentes
la justicia aquí negada
ábreles sus bocas cerradas
para que lloren su martirio
otórgales la
paz
arrebatada por las fieras del
cerro
mientras hacían camino a Pueblo
Viejo
tú que
estuviste con ellos y sentiste la misma vergüenza
hazles saber
que al menos a ti sí te importan.
V
Sembrados
están los cerros de Iguala,
las praderas
desde Saltillo hasta Guadalajara
y en las sierras
¿Cuántos hay?
y en las selvas
¿Cuántos quedan sin encontrar?
semillas regadas
por las noches con sangre
aquí ya no
están
se
los llevaron
a florecer
al monte.
VI
¡Cayó!
¡Por fin
cayó la orgullosa bestia!
la que
emborrachó al país con el vino de su codicia
mordió el
polvo en Chilpancingo
y su eco
resonó en Michoacán
Los Pinos
Oaxaca
Chiapas
Durango
Tamaulipas
y
Guanajuato
lloren a la
bestia sus amantes
a quienes
ella alimentaba
lloren
porque se le han secado sus senos
y
la copa de su mano se ha vaciado
lloren
porque su dinero fácil se agotó
lamenten
su falta de impunidad
sollocen
por la desaparición de su licencia para matar
lloren los
malditos a la bestia que desciende
abandonen
inútiles esfuerzos de sostenerla
con
escándalos, mentiras y telenovelas
VII
recorren los
túneles sin respeto
luciendo sus
placas en el pecho
vigilando
las sombras
sembrándoles delitos
ebrios
de poder
intocables
los municipales
jinetes
del diablo
sonriendo satisfechos
la radio
suena
suena
suena
“no vale
nada la vida
nuestras vidas no vale nada
comienza siempre
llorando
y así
llorando se acaba
por eso en este
“mundo”
la vida no
vale nada"
bonito León
Guanajuato
con
Cervantino y muchachada
ahí le
quitan la vida
y se
reparten el alma
allá en su
León Guanajuato
para ellos
su vida no
vale nada…”
Comentarios
Publicar un comentario