¿Y los evangélicos en el México de la crisis?

Para la mayoría de las personas comunes y corrientes que vivimos en México sin el privilegio de la abundancia de dinero (obtenido honradamente, mediante el soborno, robo o impunidad o las ganancias del narcotráfico, trata de personas y otras de las muchas actividades ilícitas) nos es difícil mantenernos alejados de los problemas sociales que nos aquejan a todos como inseguridad, desempleo, falta de seguridad social, pobreza, etc.  

A la mitad del sexenio en curso es evidente el desprestigio del Estado, los partidos políticos, gobiernos locales, departamentos policiacos y elementos del ejército. En general, no se necesita mucho esfuerzo para encontrar noticias que involucran a los miembros del gobierno en actos de corrupción, robo, sobornos, impunidad, alianza con el crimen organizado e ineptitud para resolver de fondo los problemas principales. El Estado está rebasado por la realidad, la clase política sigue viviendo en otro México, ajeno a la sociedad y mintiendo descaradamente. Ayer leí que se comprará un seguro que abarca daño patrimonial al Estado, impericia y negligencia en el ejercicio de las atribuciones de estos altos servidores públicos”, para altos funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Energía. Básicamente es seguro contra la estupidez que premia la ineptitud. Además, cayó la versión oficial del gobierno por las desapariciones de los 43 normalistas. Sin mencionar por ejemplo, el comisionado para investigar la “Casa Blanca” de Peña Nieto confirmó que no hubo conflictos de intereses; o la devaluación del peso. Todavía hoy antes de salir a la oficina leí que la Suprema Corte de Justicia puso otro candado al registro de candidatos independientes en Tamaulipas.

Las críticas al gobierno florecen, con justa razón y evidencia, por muchas partes aunque haya presión y censura contra reporteros. Sin embargo, me llaman la atención las últimas declaraciones de algunos miembros de la iglesia católica y el silencio de los evangélicos.


El domingo 6 de septiembre la editorial “En defensa de los migrantes” publicada por el semanario En defensa de la fe se critica la postura del gobierno mexicano ante las declaraciones del precandidato a la presidencia de los EUA Donald Trump, textualmente dice: “la debilidad del gobierno mexicano y su nula respuesta no hacen más que dejar a nuestros connacionales en la más absoluta indefensión”.
Por otra parte, el padre Alejandro Solalinde, duro crítico del gobierno, continúa  poniendo diferentes temas sobre la mesa exhibiendo la incapacidad del gobierno para resolverlos de fondo y usando palabras duras como: “vivimos en un narcoestado”, entre otras muchas que pueden consultarse en distintas notas periodísticas en la web. Estas críticas no son nada nuevas, el mismo Solalinde lleva años trabajando con migrantes y denunciando el atropello de las autoridades mexicanas a los migrantes centroamericanos de paso a los EUA. Un caso más de este tipo es el obispo de Saltillo, Raúl Vera, quien ya en noviembre del año pasado, en plena efervescencia por los casos de Ayotzinapa, Iguala y Tlatlaya  comentó: “Si noreaccionamos, esto es lo que nos espera: un Estado cada vez más represor y másasesino”. No podemos dejar que estas participaciones más visibles se dan en el marco del pontificado de Francisco.  

Ante estos ejemplos no puedo dejarme de preguntar qué está sucediendo en el mundo evangélico en México, quiénes son las voces evangélicas que se suman a esta labor profética de denuncia y búsqueda de la justicia. El panorama, como lo veo, probablemente me equivoque, es distinto. Creo que buena parte de los evangélicos “echarían las campanas al vuelo” (si los templos evangélicos tuvieran campanarios) porque el Partido Encuentro Social (ubicado como de “derecha”) obtuvo registro a nivel nacional en las pasadas elecciones (y los recursos que eso significan) o porque alcanzó 8 diputados federales.  

Datos curiosos

Entre los datos curiosos del PES se encuentran por ejemplo, que en la primera intervención en la tribuna de la Cámara de Diputados, Hugo Eric Flores, el diputado del PES, pidió vencer los tabús y malentendidos del laicismo en el país y promoverá una iniciativa para remover trabas legales en ese aspecto.  Contrastes, el grupo parlamentario de MovimientoCiudadano promoverá una iniciativa de Ley de Austeridad para reducir salario de altos funcionarios y pensiones a expresidentes. ¿Viven en países diferentes? ¿Honra más a Dios que se le mencione más en la esfera pública a la justicia?
Además que el coordinador parlamentario en la cámara de diputados será Alejandro GonzálezMurillo, sobrino del exprocurador Jesús Murillo Karam, quien nos dio una dudosa versión histórica de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa y que actualmente ha sido desmentida por peritos internacionales. Por mencionar uno más, según el periódico El Universal, entre los diputados electos que no han rendido declaración patrimonial hasta el lunes 7 de septiembre, se encuentra el Diputado José Alfredo Ferreiro Velazco por el PES de Baja California.


Miopia

Desgraciadamente la agenda política de los evangélicos ha sido reduccionista, se ha concentrado en matrimonios homosexuales, adopciones por parejas homosexuales, defensa de la vida, promoción de valores familiares, etc. No quiero decir que esos temas no deban debatirse en la escena pública o que como evangélicos no mostremos cierta postura. El problema es reducir la participación política a eso y no hablar nada de injusticia, combate a la corrupción, denuncia de autoridades corruptas y otros temas realmente importantes de mayor calado. Una vez escuche a un funcionario del PES que llegar a los puestos públicos significaría en más permisos para las actividades de las iglesias.  


Se necesita una voz profética, de denuncia, de compromiso por la justicia, transformación y ruptura,  no acomodarse a los espacios de la estructura política. Sin embargo, desgraciadamente los sectores evangélicos son quienes más apología hacen a los gobiernos sin importar si están envueltos en casos de corrupción. Desgraciadamente como evangélicos no estamos haciendo lo suficiente ni siquiera en nuestras colonias  y desde nuestras comunidades locales de fe. Parece que entre más participación pública, mayor presencia social e influencia en los gobiernos locales la enseñanza de la justicia y esperanza en las Buenas noticias de Jesús se diluye. Ojalá en esta semana los evangélicos en México perdiéramos todos los logros sociales, el influyentismo político o nos cerraran los templos. Al menos así prendería el fuego. 

El evangelio no es un escape del mundo, las buenas noticias son de la reconciliación de todas las cosas con Dios por medio de Jesús. 

Les dejo Lucas 4 

 Llegó a Nazaret, donde se había criado, y según su costumbre, entró en la sinagogael día de reposo, y se levantó a leer. 17 Le dieron el libro del profeta Isaías, y abriendo el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
18 El Espiritu del Señor esta sobre mi,
porque me ha ungido para anunciar el evangelio a los pobres.
Me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos,
y la recuperacion de la vista a los ciegos;
para poner en libertad a los oprimidos;
19 para proclamar el año favorable del Señor.

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