MIQUEAS 3
Buenos días, mi nombre es Abdiel Espinoza,
obrero de Compañerismo Estudiantil (COMPA) Tijuana. COMPA somos un ministerio
de estudiantes y profesionistas cristianos que hacemos misión en la
universidad. Esta comunidad ha sido de
mucha bendición para nosotros. Ustedes, con sus oraciones y soporte ayudan a
que más universitarios conozcan de Jesús en la ciudad y el estado. Gracias al
pastor y al equipo del liderazgo por abrirnos esta oportunidad para compartir
esta mañana la Palabra.
Les comento que desde el viernes
pasado iniciamos un proyecto de servicio
con estudiantes de Baja California y California llamado San Diego-Tijuana Urban
Project. El objetivo es aprender juntos sobre temas transcendentales para la
frontera como la migración, el fenómeno de la deportación, el cuidado del medio
ambiente y la atención a los huérfanos. Sin duda, son temas que a Dios le
importan y quiere que a nosotros nos interesen e involucremos como agentes del
Reino.
Para darles un mejor
panorama del proyecto quiero invitar a: ________________________ para que les
cuente más de cómo ha vivido estos días.
También a lo largo de esta
actividad hemos estudiado en diferentes formatos el libro del profeta Miqueas.
Así que hoy iremos juntos a Miqueas para escuchar la voz de Dios. Oremos:
Padre,
gracias por este día que podemos reunirnos para alabarte. Pedimos que nos
hables desde la Palabra y por medio de tu Espíritu se haga viva en nosotros.
Danos oídos para escuchar y rompe nuestras resistencias a obedecer. Queremos
ser una iglesia que refleje tu carácter justo, santo y misericordioso al mundo
que tanto te necesita. Amén.
Sobre
Miqueas y los profetas menores. No sé si usted tiene la misma dificultad que yo
para leer sus escritos y entenderlos. Pero las historias que nos cuentan, las
palabras de juicio y esperanza siguen siendo totalmente vigentes si leemos con
detenimiento y guiados por el Espíritu de Dios. Para comprender mejor la
historia de Miqueas es indispensable adentrarnos en el mundo donde vivió. Al
hacerlo podremos entender mejor las duras palabras que Dios dirigió y la
verdadera fuerza de la esperanza anunciada. Abramos nuestras Biblias en Miqueas
1:1
En
los días
En
el tiempo de Miqueas el reino de Israel ya se había dividido en 2 después de la
muerte del rey Salomón. El norte compuesto de 10 tribus se llamó Israel y el
sur se conoció como Judá, con las dos tribus restantes. El profeta Miqueas vivió
en el reino de Judá al sur, en una localidad casi en la frontera entre Judá y
Filistea. Como nosotros. Por las palabras de su libro deducimos que fue hombre
de campo que veía con recelo a los ricos de Jerusalén, la capital, cuando se enriquecían a costa de la
explotación de los pobres del campo. Además, Miqueas fue contemporáneo de
Isaías, otro profeta, que vivió en
Jerusalén.
Miqueas profetizó durante el
reinado de tres monarcas: Jotam, Acaz y Ezequías. Los primeros dos reyes fueron
malos e hicieron lo incorrecto delante de los ojos de Dios. Jotam no participó
en sacrificios a los ídolos pero no destruyó los altares donde el pueblo lo
hizo. Por su parte, Acaz sí adoró e hizo sacrificios a los baales, incluyendo a
su propio hijo en el fuego. En cambio, Ezequías fue todo lo contrario a sus
antecesores, la Biblia habla bien de él por sus acciones. A diferencia de sus
antepasados, él no participó ni toleró la idolatría del pueblo. Durante su
reinado se destruyeron los lugares de culto pagano y el pueblo experimentó un regreso al Dios de
Abraham, Isaac y Jacob.
Miqueas
probablemente vivió la mayoría de su vida bajo los reinos de los primeros dos
monarcas. Por lo tanto vio con horror la decadencia del pueblo, la idolatría y
el olvido del Dios verdadero. Todo eso sucedió y los líderes religiosos no
hicieron nada para detenerlo. ¿Qué pasa con un pueblo que olvida a su Dios y su
Ley? Entre otras cosas: el pobre, la
viuda, el huérfano y el extranjero quedan desprotegidos contra la codicia, el
abuso y explotación de parte de los ricos. Esto es un cuadro sin esperanza. Un
autor comenta los tiempos de Miqueas así: “Ricos explotadores de los pobres,
jueces que daban su apoyo a los que pagaban más, profetas que hablaban mentiras
como Palabra de Dios y sacerdotes que amaban más el dinero que a Dios. Todos
pensando que Dios les prosperaría en sus malas obras.”
Miqueas
vio esto con horror y desagrado. Tal vez se preguntaba ¿Qué hará Dios? ¿Se
comportaría como los reyes que toleraban el pecado? Dejará al pueblo perderse hasta
que “solitos cayeran en cuenta de su error”. ¡No! Miqueas es la voz que da un
mensaje fuerte de parte del Señor. Dios no tolera el pecado de su pueblo.
En el capítulo 2:1-3 dice:
¡Ay de los que planean la
iniquidad,
Los que traman el mal en sus camas!
Al clarear la mañana lo ejecutan,
Porque está en el poder de sus manos.
2 Codician campos y se apoderan de ellos,
Codician casas, y las toman.
Roban al dueño y a su casa,
Al hombre y a su heredad.
3 Por tanto, así dice el Señor:
“Estoy planeando traer contra esta familia un mal,
Del cual no librarán su cuello.
No andarán erguidos,
Porque será un tiempo malo.
Los que traman el mal en sus camas!
Al clarear la mañana lo ejecutan,
Porque está en el poder de sus manos.
2 Codician campos y se apoderan de ellos,
Codician casas, y las toman.
Roban al dueño y a su casa,
Al hombre y a su heredad.
3 Por tanto, así dice el Señor:
“Estoy planeando traer contra esta familia un mal,
Del cual no librarán su cuello.
No andarán erguidos,
Porque será un tiempo malo.
Con estas palabras Miqueas es el “aguafiestas” del pueblo.
Cuando los reyes y líderes religiosos toleran el pecado el mensaje de Miqueas
no es bien recibido. La palabra de Dios es cuestionada cuando no justifica
nuestra situación pecaminosa. El pueblo escuchó mentiras de los falsos profetas
y el mensaje de Miqueas e Isaías, pero decidió escuchar mentiras. ¿Por qué? Porque no
cuestionaban su estilo de vida. No los incomodaba. Hablaban de bendición en
lugar de juicio. A esos profetas el
pueblo sí escuchó.
¿Cómo respondemos nosotros en situaciones de pecado e
injusticia? Bendecimos a los poderosos explotadores o les plantamos cara con la
verdad del evangelio. Por desgracia muchos toleramos estas realidades antes de
denunciarlas por temor o ignorancia.
¿Cómo es posible hablar de
un Dios justo frente al funcionario público que a cambio de un soborno puede
facilitarme el trámite, ahorrarme dinero y tiempo?
¿Cómo hablar de un Dios
santo, apartado del mal, ante un oficial de policía que me ofrece la
oportunidad de sacarme de un apuro a cambio de dinero?
¿Cómo hablar de verdad
cuando puedo pagar por una calificación en la escuela?
¿Cómo denunciar la mentira y
el abuso de poder de los gobernantes cuando nosotros ejercemos el poder como
tiranos en nuestra familia, trabajo o iglesia?
¿Qué hacer?
A lo largo de la historia el cristianismo ha sido una
fuerza que busca preservar la dignidad de las personas. Fueron los cristianos
quienes primero valoraron el lugar social de las mujeres y a los niños. Fueron
los cristianos quienes construyeron hospitales, orfanatorios y asilos cuando
nadie más estuvo dispuesto a hacerlo. Fueron
cristianos, movidos por su fe, quienes buscaron
el fin del tráfico de esclavos en el s. XVIII. Todos estos son ejemplos por perseverar
el mundo de su corrupción. Ejemplo de sal y luz. Aun cuando fueron en contra de
su época. Es decir, contraculturales.
Sin embargo,
tristemente hay ejemplos de cristianos que son llevados por la cultura
del momento.
Un ejemplo: Veracruz.
El nombre del gobernador es Javier
Duarte, probablemente lo han escuchado en las noticias.
Datos
del estado
1. Un estado donde la violencia va en
aumento.
· De 2011 a 2016 se registraron
“oficialmente” 3905 homicidios. Más de 2 diarios.
2. Es el estado de la república más
riesgoso para ser periodista.
· 11 periodistas han muerto,
· 4 están desaparecidos
· 13 han abandonado el estado por
seguridad.
3. El gobierno del estado adeuda 2 mil
millones de pesos a la Universidad del estado pero repartió 645 millones entre 2012 y 2013 a “empresas fantasmas”
para comprar productos que debían distribuirse en zonas populares que no han
sido entregados.
4. Las violaciones de jóvenes por parte de
una banda llamada “Los Porkys de Costa de Oro”, compuesta por hijos de las
familias más influyentes del estado y que han abandonado el país para escapar
de la justicia siguen impunes gracias al
apoyo de sus altas influencias.
5. Abusos y violación a los migrantes
centroamericanos en su camino a los Estados Unidos.
6. Sigue en el cargo a pesar que diputados,
senadores y la dirigencia de su partido se han manifestado en su contra. Pero
ostenta el puesto gracias al apoyo incondicional del Presidente. En 2015
durante una entrevista Duarte dijo: “El Presidente me tiene una estima que la
siento en los hechos. Nunca he tenido un “no” del Presidente. A todo lo que le
he pedido siempre me ha dicho que sí”. Tanta amistad se debía, según el propio
gobernador a que “yo fui el primer gobernador que lo apoyó y lo destapó en septiembre
de 2011…”
7. Varios reporteros y miembros de
organizaciones de Derechos Humanos le han llamado “Cínico” por su capacidad de
burlarse de las críticas en su contra.
8. En este ejemplo de personaje vemos el
completo uso del poder para servirse a sí mismo sin el menor remordimiento; el
despotismo más obsceno que no cree que exista instancia a la cual ha de rendir
cuentas algún día. Son como dijera el salmista: “El impío, en la altivez de su rostro, no busca a Dios. Todo su pensamiento es: No hay Dios.”
¿Qué ha hecho el pueblo de
Dios en ese estado ante esas realidades? ¿Cómo le han recordado a este
funcionario que sí hay un Dios que ve sus malas obras? Evidentemente hay muchas
hermanas y hermanos que están viviendo el evangelio comprometidos en busca de
la justicia y el bienestar de sus ciudades. Pero ¿son la mayoría?
En agosto de 2015 un grupo
de líderes religiosos, entre ellos pastores evangélicos, se reunieron con el
gobernador Duarte. Pueden revisarlo en las noticias. ¿Qué dijeron al gobernador
ante la realidad de muerte que sufre su estado? ¿Acaso sus palabras fueron como
las de Miqueas que hablan del juicio de Dios? Por desgracia en esa ocasión no.
Leo
para ustedes lo que ese grupo oró:
“En nombre de Jesús de Nazareth te
damos las gracias Señor por permitirnos estar aquí en la casa de gobierno.
Queremos rogarte por el señor gobernador y su familia, para que le des la
sabiduría y el entendimiento para gobernar este estado tan grande… Ayúdalo
padre, dale tu bendición y dale tu respaldo”.
En esta oración hay un
silencio horrible que oculta a un Dios justo y preocupado por los pobres
marginados y explotados en Veracruz. Ese silencio es atroz. No incomoda a los
poderosos y corruptos.
El gobernador Duarte comentó
en el mismo evento lo siguiente:
“Dios fue quien me puso en este camino, lo que le
pido es que me ilumine y que me dé fortaleza para seguir llevando a cabo la
responsabilidad que tengo, pero necesito de todas y todos ustedes para lograr
esta encomienda. Espero, y se los pido encarecidamente: sean portavoces de
multiplicar este mensaje a través de las diferentes iglesias y congregaciones
religiosas”.
Es indignante ver este tipo
de ejemplos que en lugar de ser voz profética, toleran y aún justifican el
abuso y el pecado de los malvados. No
solo eso, se convierten en instrumento de los poderosos.
Otro grupo de pastores en
Veracruz defendió al gobierno de Duarte mientras enfrentó a un activista que
lucha en favor de los derechos de las personas migrantes centroamericanas
robadas, secuestradas, abusadas, violadas y asesinadas en Veracruz a causa de
los carteles y agentes policiacos. Ellos
dijeron a este activista:
“Gracias al señor gobernador, tenemos valor las
iglesias cristianas, ya nos tomó en cuenta, nos toman en cuenta en la república
federal, también, entonces, yo los invito a que hablen bien de Veracruz, porque si estamos ganando adeptos, aquí no hay inseguridad,
total, hay una seguridad perfecta por tantas autoridades como es la Armada de
México, el Ejército,
como son los policías que vienen en apoyo a toda la sociedad veracruzana.
También le agradezco al señor presidente municipal que nos ha dado la valentía
de seguir adelante y ordenando las iglesias”,
En esto ejemplo vemos la
tolerancia del pecado y del abuso del poder a cambio, tal vez, de más permisos
u otras prebendas políticas.
Todo
esto nos ayudará a entender las palabras de Miqueas en el capítulo 3. El capítulo parece estar estructurado de la
siguiente manera:
1
Queja contra los gobernantes
2
Consecuencias
3
Queja contra los falsos profetas
4
Consecuencias
5
El profeta Miqueas y su obra
6
Resumen de la maldad
7
La sentencia de Dios
Queja
contra los gobernantes
Contra los gobernantes en
v.1-3
Mic 3:1-12 Y dije: "Oigan ahora, jefes de Jacob Y
gobernantes de la casa de Israel. ¿No corresponde a ustedes conocer la
justicia (el derecho)? (2) Ustedes que aborrecen lo bueno y aman lo
malo, Que le arrancan al pueblo
la piel de encima Y la carne de
sobre sus huesos; (3) Ustedes que
comen la carne de mi pueblo, Les
quitan su piel, Quiebran sus huesos, Y los hacen pedazos como para
la olla, Como carne dentro de la caldera."
Estas
son palabras profundamente crudas, las imágenes que evocan son crueles y el
sumo detalle tiene el efecto de provocarnos espasmos. El profeta describe un
rastro, un matadero donde los responsables de conocer la justicia ejecutan y
destazan al pueblo del Señor. Veamos en énfasis del v.3: “mi pueblo”. Estas
palabras son el reclamo del Señor de un pueblo abusado por quienes debían
cuidarlo. Dios parece reconocer solamente como suyos a los oprimidos. ¡Pero oh
sorpresa! Dios no cuenta como su pueblo a los abusadores.
Consecuencias
La consecuencia para estos
líderes está en el v.4
“(4)
Entonces clamarán al SEÑOR, Pero
El no les responderá; Sino que esconderá
de ellos Su rostro en aquel tiempo, Porque han hecho malas obras.”
La
consecuencia es Dios negándolos como su
pueblo y reusándose a responder sus oraciones. La imagen es como si Dios mismo
se escondiera de ellos.
Queja contra los falsos profetas
“(5)
Así dice el SEÑOR acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, Los cuales cuando tienen algo
que morder, Proclaman: "Paz." Pero contra aquél que no les pone nada
en la boca, Declaran guerra santa.”
Esta
queja está destinada a las personas que supuestamente instruían y hablaban de
parte de Dios al pueblo. Son acusados de hacer lo contrario que se esperaba de
ellos: “hace errar a mi pueblo”. Hacen lo opuesto a causa del dinero. Les pagaban bien:
bendecían. No les pagaban: declaraban guerra santa.
Consecuencia
La respuesta de Dios no se hace esperar, su
acción será destruir el orgullo, acabar con el poder simbólico del cual se
sirven:
(6)
Por tanto, para ustedes será
noche sin visión, Y oscuridad sin
adivinación. Se pondrá el sol sobre los profetas, Y se oscurecerá el día
sobre ellos. (7) Los videntes serán avergonzados, Y
confundidos los adivinos. Todos ellos se cubrirán la boca Porque no hay
respuesta de Dios.
No
habrá más sueño o visión de estos profetas para engañar, asustar o robar al
pueblo. Todo apunta a que no volverían a usar sus palabras para adquirir
soborno ni para atemorizar a los pobres. A ellos Dios también les dará la espalda.
El profeta Miqueas y su obra
Después de estas denuncias
hay un contraste. El propio Miqueas se distancia de quienes no conocen el
derecho y de quienes usan sus palabras a cambio de dinero. Él, por su parte
dice:
(8)
Yo, en cambio, estoy lleno de poder, del Espíritu del SEÑOR, Y de juicio
y de valor, Para dar a conocer a Jacob su rebelión, Y a Israel su pecado.
Es él, el profeta ungido con
el Espíritu de Dios, quien tiene autoridad para hablar, conoce el juicio y dice
lo que Dios desea comunicar a su pueblo.
¿Qué deseaba comunicar el
Señor? Miqueas no titubea al decir: “dar a conocer la rebelión y el pecado de
su pueblo”. El Espíritu de Dios le da:
·
el coraje de comunicar el mensaje de Dios,
·
la valentía
para no temer ante quienes dirige
sus palabras
· y
fuerza para resistir la tentación de no venderse al mejor postor.
¿Cuántas buenas
oportunidades hemos perdido como iglesia de anunciar el evangelio pero las
perdimos porque no pudimos mantenernos fieles al Señor? Trabajo con
universitarios cristianos que pierden valiosas oportunidades de hablar de Jesús
por temor o porque se dejaron enredar por la universidad. Miqueas tenía el
Espíritu de Dios. Esa es la diferencia, no sus capacidades o habilidades sino
la presencia misma de Dios en su vida impulsándole a hablar la verdad en medio
de un contexto hostil muy similar al nuestro.
Hermanas y hermanos. Sólo
con el Espíritu de Dios se puede hablar de parte de Dios. Pero ¿Qué quiso decir
Dios a su pueblo por boca de Miqueas? Las palabras de Dios no fueron de
“bendición” como las que estaban tan acostumbrados o como las que tanto estamos
acostumbrados nosotros a decir o
escuchar con suma facilidad.
Con cuanta facilidad
bendecimos. ¿No se ha dado cuenta? Alguien inicio un buen negocio, “Dios te
bendiga”. Claro sí queremos que a esa persona le vaya bien, por supuesto. Sí
Dios bendice, pero no lo hace si vivimos como si él no existiera. No podemos
pensar que bendecirá nuestro negocio si andamos dando mordidas para conseguir
permisos.
El pueblo pensaba así: Israel
hacía acciones malas y pensaba que Dios le bendeciría a pesar de ellas.
Iglesia, en un país tan viciado por la corrupción pareciera que es imposible no
recurrir a ella. Pero si la iglesia de Jesús no vive bajo la realidad del Reino
de Dios, resistiendo ese tipo de prácticas de formas creativas y a veces
dolorosas no podemos esperar que nadie más lo haga. Ni los políticos, los artistas, los científicos, los ateos, los ambientalistas, ni los nuevos hippies van
a generar la trasformación que sólo Jesús puede hacer. Ellos no serán la
sal ni la luz del mundo, ese es una responsabilidad de
la iglesia, de nosotros.
El gobernador Duarte, de
quien hablamos al inicio, pretende la ayuda y bendición de Dios cuando por sus
obras hay juicio deparado para él. Las iglesias, grupos o pastores que solapan autoridades sin ninguna pizca de
crítica o silencian la palabra de Dios para quedar bien, tampoco pueden pretender esperar bendición de Dios.
Nosotros, hermanas y hermanos, no podemos esperar la bendición cuando el
soborno, la corrupción y el abuso son parte cotidiana de nuestros trabajos.
Miqueas
habló con verdad de parte de Dios. Ante las mentiras de los gobernantes y
líderes de su pueblo dijo la verdad. El Espíritu de Dios habla las cosas tal
cual son.
Resumen de la maldad
(9)
Oigan ahora esto, jefes de la casa de Jacob Y gobernantes de la casa de
Israel, Que aborrecen la justicia (el derecho) Y tuercen todo lo recto, (10)
Que edifican a Sion con sangre Y a Jerusalén con iniquidad. (11)
Sus jefes juzgan por soborno, Sus sacerdotes enseñan por precio, Sus
profetas adivinan por dinero, Y se apoyan en el SEÑOR, diciendo: "¿No está
el SEÑOR en medio de nosotros? No vendrá sobre nosotros mal alguno."
Miqueas
“pescó” al pueblo en el punto más importante. Estas personas decían, a pesar de
sus actos, “¿Acaso no está el Señor en medio de nosotros? ¿Acaso Dios no sabe
todo esto? No pasa nada, no dirá nada, no habrá consecuencias. La versión Nueva
Traducción Viviente dice en el v.11
Miqueas 3:11Nueva Traducción Viviente (NTV)
11 … todos alegan depender del Señor.
«
«
Miqueas les quita su falsa
seguridad: ellos dicen, Dios está con nosotros. Pero el verdadero profeta les
dijo: “¿Qué creen? Pues no, Dios no está con ustedes, de hecho tiene un
pendiente con ustedes. Está contra ustedes.
La sentencia de Dios
(12)
Por tanto, a causa de ustedes, Sion será arada como un campo, Jerusalén
se convertirá en un montón de ruinas, Y el monte del templo será como
las alturas de un bosque.
Estas son pocas palabras
pero dicen mucho. Hablan de la destrucción total de la ciudad como consecuencia
del pecado. No serán destruidos por causa de los enemigos como Asiria o
posteriormente Babilonia, sino por el
juicio de Dios.
Este
capítulo es fuerte, la queja de Dios es severa pero porque los pecados del
pueblo fueron terribles. Estas no son palabras de Dios en vano. No es que a
Dios se le pasó la mano con su castigo. El Señor, en su carácter justo no podía
dejar pasar el pecado del pueblo. Israe,l su posesión, estaba destinada a ser
luz y bendición a las naciones, mostrar el carácter justo, santo y
misericordioso de Dios. Los pueblos vecinos tendrían que notar la diferencia de
una nación que sirve al Dios verdadero. Lo debían observar en la sociedad y las
leyes. A pesar de su contexto cultural, eran mucho mejor ser extranjero,
huérfano, mujer, viuda o pobre en Israel que en Egipto, Asiria o Babilonia. Pero
Israel deja de lado su vocación al entregarse a la idolatría. Y es que en el
momento que el Señor dejó de ser el único Dios para los israelitas todo se
viene abajo.
Cuando
Dios deja de ser el centro del pueblo hay espacio para el robo, la opresión, la
mentira. Los gobernantes, en lugar de servir explotan. Los sacerdotes y
profetas en lugar de enseñar y corregir al pueblo sirven al dinero y sus
propios intereses. Dios reaccionó y Dios reacciona así aún en nuestros días. No
podemos pretender que hoy la iglesia podemos renunciar a nuestra misión de
proclamar el mensaje del Evangelio, no podemos dejar de ser sal ni luz. Es
peligroso ver como muchos vivimos un ateísmo práctico.
Sí, venimos a la iglesia…
Sí participamos de congresos o proyectos de
servicio…
pero en la vida diaria vivimos como si no
hubiera Dios.
Mi
papá me decía que antes aquí en Tijuana el hecho de ser cristiano era una
garantía de honestidad y confianza al momento de conseguir trabajo. Pero ahora,
es común conocer cristianos que viven todavía “el que no tranza no avanza”. En
algún punto nos dejamos seducir por el poder y el dinero al grado que han
remplazado el lugar de Dios en nuestro corazón. Si es nuestro caso, no podemos
hoy estar aquí pensando que “No pasa nada, Dios está con nosotros”.
¿Qué mensaje estamos dando a nuestra familia, en nuestro lugar de trabajo, a nuestra ciudad o a las autoridades? Repartimos bendiciones para quedar bien o conseguir favores. Solo los falsos profetas dijeron lo que el pueblo, en sus pecados, deseaba escuchar.
¿Qué quiere decir el Espíritu de Dios hoy en
medio de nuestras situaciones de inseguridad, donde las noticias nos hablan de
muertes, explotación, abusos, corrupción e impunidad?
¿Acaso Dios está enterado e interesado en la
mujer abusada y explotada todas las noches en las calles de nuestra ciudad?
¿Dios está interesado en los escándalos de
corrupción de nuestro país?
¿Dios está interesado en las personas
deportadas de los EUA que vagan por nuestras calles perseguidos por los
policías e ignorados por nosotros, aun cuando muchos de ellos son hermanos que
profesan a Jesús como su Señor y Salvador?
¿Acaso Dios está interesado en la familia que
perdió un hijo o hija en un asalto u otro acto violento? ¿Qué quiere el Señor
que su Iglesia, nosotros, hablemos con verdad en medio de estos contextos como
lo hizo Miqueas?
¿Bendeciremos a los corruptos?
¿Ignoraremos a los que sufren?
Hermanas y hermanos, si así
lo hacemos Dios nos hablará fuerte y claro como lo hizo a Israel.
¿Qué esperanza puede brindar el evangelio a
nuestro país?
Dios es justo, el sigue
reinando. Los malvados no prevalecerán ante su trono. Debemos mantenernos
cautivados en la imaginación por Dios para tener valor de vivir para él y como
él.
El mensaje de Dios fue
fuerte, sin duda, ¡pero la esperanza anunciada también! Dios les habla de
juicio, pero también de restauración. Juicio y restauración son dos palabras en
boca de los profetas de parte de Dios. En capítulo 4 leemos:
v.1 En los últimos días,
el monte del templo del
será puesto sobre la cumbre de las montañas
y elevado por encima de las colinas.
Entonces los pueblos marcharán hacia ella,
2 y muchas naciones se acercarán, diciendo:
«Vengan, subamos al monte del Señor,
a la casa del Dios de Jacob.
Dios mismo nos instruirá en sus caminos,
y así andaremos en sus sendas.»
Porque de Sión viene la instrucción;
de Jerusalén, la palabra del Señor.
3 Dios mismo juzgará entre muchos pueblos,
y administrará justicia
a naciones poderosas y lejanas.
Convertirán en azadones sus espadas,
y en hoces sus lanzas.
Ya no alzará su espada nación contra nación,
ni se adiestrarán más para la guerra.
4 Cada uno se sentará
bajo su parra y su higuera;
y nadie perturbará su solaz
—el SeñorTodopoderoso lo ha dicho—.
5 Todos los pueblos marchan
en nombre de sus dioses,
pero nosotros marchamos en el nombre del Señor,
en el nombre de nuestro Dios,
desde ahora y para siempre.
el monte del templo del
será puesto sobre la cumbre de las montañas
y elevado por encima de las colinas.
Entonces los pueblos marcharán hacia ella,
2 y muchas naciones se acercarán, diciendo:
«Vengan, subamos al monte del Señor,
a la casa del Dios de Jacob.
Dios mismo nos instruirá en sus caminos,
y así andaremos en sus sendas.»
Porque de Sión viene la instrucción;
de Jerusalén, la palabra del Señor.
3 Dios mismo juzgará entre muchos pueblos,
y administrará justicia
a naciones poderosas y lejanas.
Convertirán en azadones sus espadas,
y en hoces sus lanzas.
Ya no alzará su espada nación contra nación,
ni se adiestrarán más para la guerra.
4 Cada uno se sentará
bajo su parra y su higuera;
y nadie perturbará su solaz
—el SeñorTodopoderoso lo ha dicho—.
5 Todos los pueblos marchan
en nombre de sus dioses,
pero nosotros marchamos en el nombre del Señor,
en el nombre de nuestro Dios,
desde ahora y para siempre.
Además, es Miqueas quien nos
deja una hermosa promesa de un futuro rey para su pueblo. En capítulo 5 leemos
lo siguiente:
v.2Pero de ti, Belén
Efrata,
pequeña entre los clanes de Judá,
saldrá el que gobernará a Israel;
sus orígenes se remontan hasta la antigüedad,
hasta tiempos inmemoriales.
3 Por eso Dios los entregará al enemigo
hasta que tenga su hijo la que va a ser madre,
y vuelva junto al pueblo de Israel
el resto de sus hermanos.
4 Pero surgirá uno para pastorearlos
con el poder del Señor,
con la majestad del nombre del Señor su Dios.
Vivirán seguros, porque él dominará
hasta los confines de la tierra.
5 ¡Él traerá la paz!
pequeña entre los clanes de Judá,
saldrá el que gobernará a Israel;
sus orígenes se remontan hasta la antigüedad,
hasta tiempos inmemoriales.
3 Por eso Dios los entregará al enemigo
hasta que tenga su hijo la que va a ser madre,
y vuelva junto al pueblo de Israel
el resto de sus hermanos.
4 Pero surgirá uno para pastorearlos
con el poder del Señor,
con la majestad del nombre del Señor su Dios.
Vivirán seguros, porque él dominará
hasta los confines de la tierra.
5 ¡Él traerá la paz!
Esta esperanza para Israel y
todas las naciones es Jesús. Él es nuestra paz y nosotros, su iglesia, tenemos ahora
la misión de comunicar el evangelio con palabras y hechos. Hablamos el mensaje:
Dios se ha acercado, arrepiéntanse y crean. Pero debemos actuar acorde al
evangelio. Jesús dijo: “Ustedes son la sal de la tierra y la luz del mundo”.
Debemos, por lo tanto, ser sal y luz. Sal para evitar que la carne se pudra y luz para que otros
encuentren al Señor. Si nos callamos y no hacemos nada somos igual de culpables
que las personas contra las que profetizó Miqueas.
Que nuestra oración sea como
la de Pedro y Juan después de enfrentarse a los líderes religiosos de su época:
Hechos 4: 29. Señor, considera sus amenazas, y permite que
tus siervos hablen tu palabra con toda confianza, 30 mientras extiendes tu mano para que se hagan curaciones,
señales[s] y
prodigios mediante
el nombre de tu santo siervo[t] Jesús. 31 Después que oraron, el lugar donde estaban reunidos tembló, y
todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban la palabra de Dios con valor.
Hermanos,
¿Qué nos dice hoy el Espíritu a nosotros? Tal vez debemos arrepentirnos, tal
vez debemos cobrar ánimo y valor. Tal vez debemos comenzar a decir y a hacerlo
correcto.
Que el Espíritu de Dios nos ayude a nosotros
también a hablar con valor la palabra de Dios en nuestra ciudad.
Amén.
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