Epifanía de nuestro Señor

Los sabios, después de oír al rey, emprendieron de nuevo la marcha, y la estrella que habían visto en Oriente los guió hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño.  Al ver la estrella, se llenaron de alegría. Entraron entonces en la casa, vieron al niño con su madre María y, cayendo de rodillas, lo adoraron. Sacaron luego los tesoros que llevaban consigo y le ofrecieron oro, incienso y mirra. (Mateo 2:9-11)


Hoy 6 de enero, día de la "Epifanía de nuestro Señor". Epifanía o manifestación. En México y otros lugares de América Latina el día se conoce popularmente como "Día de los Reyes Magos". Y claro, hoy habrá en algunas casas regalos y rosca de reyes para comer. 



Mateo dice en su relato que los sabios de Oriente al ver al niño Jesús en brazos de su madre María, se postraron para adorarlo y ofrecerles regalos de oro, incienso y mirra. Usemos la imaginación y entremos al cuadro que relata Mateo. Entonces contemplaremos a un grupo de viajeros cansados por el largo camino (posiblemente fueron más de tres individuos y muy diferentes a las representaciones que tenemos de ellos). No sabemos cuanto tiempo ellos llevan en su búsqueda, pero han cruzado el desierto, poblados y de repente, por fin, llegaron a su destino. ¿Qué esperaban encontrar esos personajes cuando iniciaron su jornada?  ¿Qué habrías esperado encontrado tú si hubieras hecho el viaje con ellos? 

Posiblemente algo totalmente distinto, pero ahora están frente a un nuevo rey... y resulta que es un niño en brazos de su madre. ¿Puedes creerlo?  ¿Habrá valido la pena todo el esfuerzo? Mateo dice que estos personajes se alegraron de ver al niño y de rodillas lo adoraron. Me sonrío al quitarle la solemnidad a esa escena e imaginar que María les da al niño Jesús a los sabios para que lo carguen. Esos viajeros experimentados en los misterios del cielo nocturno abrazando a un niño. 

¿Cómo es la esperanza? La esperanza a veces es como un bebé: vulnerable, necesitada de cuidados, aparentemente inocente y algunas veces requiere protección contra los esfuerzos de los Herodes por asesinarla. Los últimos meses han sido difíciles para todos a causa de la pandemia y sus consecuencias. Muchos posiblemente hemos sufrido pérdidas, golpes en la salud y en nuestra fe. 

La epifanía de nuestro Señor es la manifestación del Mesías a todo el mundo, representado por esos sabios de Oriente. Dios manifestó el Mesías al mundo y quienes fueron siguiendo la estrella encontraron a un niño en brazos de su madre. ¿Esa esperanza es suficiente para ti hoy o te decepciona las formas que toma Dios para consumar su obra de salvación? Ya sé. Yo quisiera ver siempre a Dios actuando "poderosamente", esto es: usando la fuerza. Pero Dios no actúa así. El apóstol Pablo lo escribió perfectamente: "Al contrario, Dios ha escogido lo que el mundo tiene por necio, para poner en ridículo a los que se creen sabios; ha escondido lo que el mundo tiene por débil, para poner en ridículo a los que se creen fuertes; ha escogido lo sin importancia según el mundo, lo despreciable, lo que nada cuenta, para anular a quienes piensan que son algo. (1 Cor. 1:27). 

Los sabios adoraron a Jesús y ofrecieron presentes. ¿Qué podemos ofrecer nosotros a Jesús hoy? Posiblemente nos gustaría darle lo mejor que pudieramos conseguir. ¿Qué tiene Dios para ofrecernos? A su Hijo Jesús, un niño y eso es suficiente. ¿Qué significa eso? 

Que al encontrar al Señor este inicio de año podamos alegrarnos y ese gozo nos acompañe siempre. 

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