Análisis del discurso antigénero de Christian en UABC Ensenada.

En mi otro artículo "Yo no soy Christian. Discurso antigénero y Universidad", que puedes leer aquí. Escribí mis opiniones sobre el fenómeno #yosoychristian.

En esta publicación realizo un análisis con más detalle de las palabras del graduado.



El discurso 

El discurso de Christian inició reconociendo a dos profesores de su escuela que murieron en la pandemia. Posteriormente se dirigió a sus compañeros de clase para felicitarles por el logro de concluir sus estudios y continúo con una sección de agradecimientos a la familia por el apoyo brindado. 

A partir de esa sección, el discurso fue tomando forma en lo que Christian más tarde se enfocaría: la defensa de la familia natural. 


En la sección de agradecimientos, el laureado comenzó mencionando a la Madre, por "acompañar, comprender, proteger, ayudar y corregir". 


Después agradeció al Padre, quién "espera para el diálogo, perdona, corrige, enseña y guía". Al final de esta sección dejó una frase sugerente: "Toda familia necesita un Padre". Al respecto, llama la atención que se omitiera a la Madre, lo cual supone la presencia de ella en la familia ya. Conociendo a Christian por su discurso, hemos de suponer que la imagen de la familia que él defiende está compuesta por papá y mamá. ¿Entonces por qué afirmar sólo la presencia del Padre en la familia?


Debemos leer a Christian desde su posición ideológica para comprender el énfasis del Padre en la familia. Para Christian, y las personas que comparten su opinión, la sociedad "desvaloriza" el rol del padre. "El feminismo radical y la ideología de género" (usando dos conceptos comunes en el movimiento ProFamilia) quieren acabar con el rol del papá protector en la familia. Sin embargo, creo que esa posición hace una lectura errónea de la sociedad mexicana. En nuestro país, según el INEGI, en 2015 el 47% de los hogares mexicanos carecía de una figura paterna. Habrá que matizar la causa de eso entre la muerte, migración y el abandono. Pero eso demuestra una tendencia de abandono del hogar, en lugar de una "expulsión". Sí, todos los hijos necesitan un padre, sin embargo, muchos hombres abandonan el hogar física o emocionalmente. Pero para la posición de Christian, pareciera que "alguien" sacó o quiere sacar a los padres de sus familias. 


En la sección de agradecimientos, el laureado continúa con los Hermanos y termina con  los Abuelos. Los abuelos, gracias a su edad y sabiduría han aprendido de "La Vida Misma" a vivir en "renuncia, con escases(sic), con generosidad sin egocentrismo". Con los abuelos, Christian comenta, ha reflexionado sobre el valor de "la vida, la familia, la unión, la patria, el amor y el respeto". Con ese ejercicio él redescubrió lo más hermoso de la vida:  "la transmisión de valores absolutos que ahí están a pesar de los intentos de ruina". 


Christian ha fijado una postura muy temprano apenas al final de la primera sección de su discurso. Él asume que hay un conflicto, que alguien o algo, intentan arruinar los valores absolutos, y él usará su oportunidad al micrófono para defender esos valores y develar al enemigo. 


El discurso siguió para tratar 

"cuatro conceptos inviolables e insustituibles", que son, según él, los siguientes: persona, ética, bioética y dignidad ". Estos llamados  conceptos son los valores universales absolutos, que rigen la conducta y la ciencia". El hecho de mencionar a la ética y bioética nos prepara, yo diría que advierte, para entrar al tema del aborto, al que Christian se referirá en unos momentos. 


Después de esos "cuatro conceptos inviolables e insustituibles" Christian comentó su interpretación de los Derechos Humanos Fundamentales, que para él son los siguientes: el derecho a la vida, la familia, libertad y propiedad. Esos derechos se ostentan, según el laureado, a las personas desde su concepción hasta su muerte natural". Segunda advertencia, aborto y eutanasia están en la.krs de Christian.


Esa sección del discurso es densa y confusa. Primero, el laureado habla de Derechos Humanos Fundamentales, evidentemente para él, esos derechos son distintos a los de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Pues esos Derechos Humanos

Fundamentales son para las personas nacidas y no nacidas. Con lo que deja en clar su tercera, advertencia sobre el tema del aborto. Christian quiere hacer énfasis en "Fundamentales", como recurso para enfocarse en lo sólido e inamovible del término. Esos derechos son, en su lógica, anteriores a los de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Esta diferencia es importante, para los grupos ProVida "los Derechos Humanos han sido definidos por el lobby gay, quienes a partir de ellos buscan imponer la agenda de la ideología de género en todo el mundo". Por eso Christian se desembaraza de ese término, porque sino, su discurso terminaría siendo un llamado a la violación de esos mismos derechos.  


Hasta aquí, Christian en su discurso plantó una postura, que es combativa, firme, defensa, que divide entre ustedes vs nosotros y terminará por mostrarse ofensivo y excluyente. No debe sorprendernos que en lugar de detenerse aquí, siguiera aumentando el tono de su defensa. A él no le preocupa la impresión que su audiencia tenga de él. Él en ese momento se asume como profeta, un Esteban sin temor del martirio. Él sabe los terrenos en los que se está metiendo, lo planeó todo con anticipación y no tiene miedo. Quiere que su audiencia sepa que a él no le tiembla la voz, cuando se trata de hablar "verdades". Por eso él crítica lo "políticamente correcto" con su propio ejemplo. Pues prefiere un discurso firme, que genere daño en favor de verdad a terminar censurado. Y por lo tanto, apela a su público, lo invita a qué reflexione sobre el "actuar ético personal" y llegué a la conclusión de que él está actuando bien. 


Hasta aquí el discurso ya viene con un tono polémico y preparando a la audiencia para su parte más controvertida. Christian por fin nos habla de la guerra cultural, él señala la existencia de una disputa por los valores, una "lucha antropológica". 

Cita, cómo ejemplo de esa guerra, el cambio de "hombre" por "ser" en el lema universitario. 


Después criticar el lenguaje inclusivo, el discurso dirige su ataque al aborto, que define como "un supuesto derecho de eliminar seres humanos que todavía se encuentran en proceso de gestación". Eso para él, es una "cultura de muerte". 


Del aborto pasó a la defensa de la familia y al derecho de los padres de educar a sus hijos (en la sexualidad). El laureado obviamente está en contra de la educación sexual impartida por el Estado, porque promueve nuevos modelos, basados en la introducción de nuevos conceptos como el de "género'' y la alusión de elegirlo o cambiarlo. Eso, según Christian, va en contra de las ciencias.  Honestamente, para un egresado de Psicología, yo esperaría un tratamiento interdisciplinario del concepto de género, pero Christian no está dando clase, sino predicando. El laureado cierra sus ataques resumiendo que, un ataque a la familia y la vida, es un ataque a la civilización misma. 


Christian concluye con un llamado a la UABC para eliminar "acciones o conceptos", que desde su punto de vista particular, "corrompe y atenta" contra la vida, su dignidad, la ética, bioética y la ciencia". Y señaló por nombre algunas iniciativas, cómo el Programa de Equidad de Género de su facultad; y la conferencia sobre "visibilización de la niñez trans", que organizó el Instituto de Investigaciones Culturales-Museo. En esta sección Christian pasa de lo teórico a lo concreto, exige de forma burda y riesgosamente la eliminación de programas, sin considerar los atropellos a los derechos de otras personas que piensa distinto a él. Su discurso es excluyente. Considero que esta sección es el punto débil de todo el discurso, aquí el galardonado se muestra excluyente de la diversidad de pensamiento en la universidad, ignorante de los debates científicos sobre los temas que predica y soberbio, por atribuirse aires de autoridad moral para definir las normas de convivencia al interior de la universidad. Sí, su discurso es un discurso peligroso para la universidad, no solo para la diversidad sexual, sino para todas las minorías que no piensen como él. Porque en el fondo esconde la violencia. No importa que el galardonado sea Mérito Escolar, la condecoración no legitima la violencia de su discurso ni lo excluye del debate público o la censura. 


Christian cerró su discurso con un último ataque, ahora a la universidad misma por prestarse a los intereses de la "equidad de género", que es instrumento del "feminismo radical", el cuál, por medio de la teoría de género y teoría Queer, "tratan de redefinir al ser humano" por medio del "libre desarrollo de la personalidad", lo cual degenera en "pedofilia, pederastia, prostitución, trata de blancas y drogadicción". La universidad, en la visión del galardonado, no debe “decidir la consciencia de las personas” ni “entrometerse en la cultura”, lo cual plantea dudas sobre lo que él entiende por la universidad. Ignora una vez más, que la universidad es una cultura misma plural y diversa, a la que no se está acercando con apertura ni honestidad, sino a la que pretende regular y moldear según sus propios parámetros de grupo. Su lema no es la convivencia sino el exterminio de la otredad, en su visión no hay espacio para el otro.


El discurso finaliza cortez, con un lenguaje muy distinto al contenido del discurso, como si nada hubiera pasado, como si las palabras anteriores no hayan sido incendiarias. Christian invita a su audiencia a saber, amar y servir. Pero la invitación al saber es tendenciosa, solo a leer “libros de autores que ayudaron a construir la cultura, no de los que pretenden destruirla”. Esta actitud de investigación es escandalosamente opuesta a la vida universitaria. Eso no es investigación, sino adoctrinamiento. Es contradictorio al principio de la investigación científica. Ellos, los ProVida, que disfrutan burlarse de las supuestas “incongruencias” de sus adversarios, tampoco están expuestos a cometer incongruencias. Y esta en particular, proviniendo de un mérito escolar, es doblemente cuestionable. 


A la búsqueda de saber, Christian añade el amor. Aunque en su discurso no haya dado muestras del mismo. Finalmente, llama a servir, que es el ejercicio de la vocación. Falta solamente preguntar si ese servicio es ¿en beneficio de toda la sociedad o solo a quienes piensen como él? 


Como podemos ver "La intervención de Christian al micrófono fue poco cuidada, burda diría yo, simplista, impositiva, excluyente y dogmática, características que podrían resumirse como   discurso antigénero y proVida. Incluso, algunos lo calificaron de discurso de odio".

 

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