Al desierto se asiste por invitación
El desierto es un sitio de soledad y silencio a donde generalmente no se va por iniciativa propia sino por invitación de Dios. Estamos rodead@s de personas, pendientes, agenda, etc. que pocas veces permanecemos en silencio y soledad, incluso, podemos estar aturdidos o gritando en Internet aun cuando en un cuarto no haya otra persona. Al desierto se asiste por invitación y es difícil rechazarla, es cuestión de discernimiento para entenderse dentro de él. ¿Qué haré ahora? Henri Nouwen dice que en “la soledad puedo desmontar mi andamiaje: nada de amigos con quienes charlar, nada de llamadas telefónicas, nada de asistir a reuniones, nada de música ambiental, nada de literatura evasiva, sino tan sólo yo desnudo, vulnerable, débil, pecador, desposeído, roto, mi nada. Es precisamente esta nada lo que tengo que afrontar en mi soledad, una nada tan terrible que todo en mí clama por amigos, mi trabajo y mis distracciones, de modo que pueda olvidarla y convencerme de que valgo algo. Pero e...