Elías
Comparto mi exposición de Elías en el Retiro de estudiantes de Compa Sonora este mes de octubre.
Introducción
Para
los próximos días tendremos calor con temperaturas mayores a los 45°C. ¿Qué
intimidación o desafío puede ser este pequeño informe meteorológico?
Baal, Acab e
Israel
1.- El
tiempo de Elías. Israel bajo el rey Acab, quien se casó con Jezabel de Sidón, el culto a Baal y su consorte Asera se
instauró en el reino.
2.- El culto
a Baal.
Para las culturas agrícolas la lluvia era un factor decisivo en la vida, la
falta o abundancia del vital líquido
provocaba caos: hambre, crisis económicas y muerte. La forma de adorarlo iba más allá de agrícolas plegarias piadosas
sino que incluía la “prostitución sagrada” en los templos y los sacrificios humanos.
No es difícil entender por qué su culto fue tan bien recibido y llegó a
extenderse en Israel. Baal es un dios con el cual se puede “negociar favores”
con intercambios y sacrificios, es el carnaval de los sentidos, fomenta el
orgullo y lujuria sin exigir obediencia
alguna.
Nadie puede juzgar a la ligera esta
inclinación de Israel por los ídolos y su olvido del Dios vivo. El culto a Baal
continua, entra como la humedad en nuestro
corazón e incluso en la vida de la iglesia. Lo vemos cuando Jesús y su Palabra ya
no es el centro alrededor del cual gira nuestras reuniones, inevitablemente los
sermones se diluyen en palabras, modismos, gestos y multimedia hasta que ya no
la encontramos. Quedan algunos versos sueltos sin sentido y terminan en charlas
motivadoras carente de vida y poder para transformar. La música estimula
nuestros sentidos y nos genera bienestar personal al grado de buscar extender
estos tiempos, incluir más instrumentos, ensayar más, subir más el volumen de
las bocinas para crear una psicosis colectiva que nos ayude a mitigar los
dolores de la realidad sin la necesidad de Dios ni el compromiso con su Reino.
He estado en iglesias donde dedican más tiempo a la música que la lectura y exposición de la Palabra. El
culto a Baal está en la congregación cuando se busca estimular los sentidos por
sí mismo y para sí mismos.
El Señor
Dios de Israel, Elías y su pueblo
3.- La tarea
de Elías.
El cap. 18 nos muestra al profeta en la cumbre del éxito. Sin embargo todo inició con un pronóstico del estado
del tiempo: 1 Reyes 17 “Vive
el Señor, Dios de Israel,
delante de quien estoy, que ciertamente no habrá rocío ni lluvia en estos años,
sino por la palabra de mi boca.” Fuertes declaraciones. El Dios de Israel está vivo e Israel es pueblo de Dios por un pacto íntimo,
no hay lugar en ninguna parte para Baal. Más aún: Baal es impotente. ¿Podemos
entenderlo? Las primeras palabras del profeta son un pronóstico del tiempo, un
insulto formal a Baal y una especie de maldición que no causó aparentemente
molestias inmediatas a nadie.
4.- Elías es
una persona que tiene una relación con Dios, “vive el Señor, delante de quien
estoy. La Ley del Señor y la historia de Dios con Israel le dan el marco de referencia para entender su mundo y la obra de Dios
en su tiempo. El diagnóstico es feroz: Israel es adúltero, olvidó los
mandamientos y a su Dios, el juicio divino es inminente. No habla ni entiende
el mundo desde su perspectiva, la cual podría ser pesimista, sino desde la de
Dios. Así cuando el rey le pregunta en cap. 18:
—¿Así que tú eres el que está trastornando a Israel?
18 —Yo no lo
estoy trastornando —contestó Elías—, sino tú y tu gente, por dejar los
mandamientos del Señor y rendir culto a las diferentes representaciones de
Baal.19 Manda ahora gente que reúna a todos los
israelitas en el monte Carmelo, con los cuatrocientos cincuenta profetas de
Baal y los cuatrocientos profetas de Aserá, a quienes Jezabel mantiene.
5.- Elías es
obediente y tiene fe. Habla la verdad de Dios, el juicio y obedece lo que el Señor
le dice que haga: en cap. 17:2, 17:9 y 18:1. se repite que Dios lo manda y él
va. No tiene muchas opciones, es perseguido por el rey y Dios se encarga de
cuidarlo.
6.- La
escuela de Dios está en Querim y Sarepta. Son los cuervos y la hospitalidad de
una viuda en tierra enemiga “en la boca del lobo”. Los cuervos son animales
impuros, él debió comer; la viuda era extranjera pero debió ser “mantenido” por
ella. El cuervo y la extranjera pulieron
al profeta, sí, Dios quiere restaurar su relación con el pueblo que escogió,
pero él es el Señor de toda la tierra y aún de los extranjeros Dios tiene
cuidado. Es la escuela del anonimato, de
la revelación de Dios y la espera. Es la
escuela que produce fe: la oración para que Dios resucitará al hijo de la viuda
es única, la primera en la Biblia. La
sequía estaba profetizada en la Ley si Israel desobedecía, pero la resurrección
no, es un paso más allá que Elías da en su fe, un salto a Dios.
Cuantos estudiantes no han sido
forjados por Dios en su Palabra a su paso por la universidad y el ministerio estudiantil
de COMPA, hombres y mujeres, personas que aman al Señor, le sirven y dedican la
vida para extender su Reino en todas las áreas donde son llamadas. Sin embargo
la formación no es sencilla, incluyen oración para que Dios haga su obra y nos
guíe, fe para caminar en obediencia, perseverancia en invitar a la célula,
hacer los estudios, etc. Hay infinidad de testimonios de personas que duraron
muchos semestres invitando al grupo de evangelístico sin que nadie asistiera,
pero no claudicaron.
7.- El
momento cumbre. Cap. 18 lo vemos lanzando el desafío. ¿Quién es Dios? Decidan. La
asombrosa victoria del Dios de Israel provoca que el pueblo confiese: «¡El Señor es Dios, el Señor es Dios!» Y la muerte de los
profetas de Baal. Imaginen cómo debió sentirse el profeta: Satisfecho, útil, confiado a la
espera de la última estocada. Qué esperó Elías, la conversión. El profeta se
hace expectativas que Dios no le da. Corre delante del rey hasta Jezreel la
capital y probablemente el segundo paso era la destrucción del templo de Baal,
etc.
8.- El
momento más bajo. Sin embargo llegamos a cap. 19 y escuchamos primeramente a Jezabel lanzando amenazas:
V.2 “Así me hagan los dioses y aun me añadan, si mañana a
estas horas yo no he puesto tu vida como la vida de uno de ellos.”
Vamos, por favor, hemos visto lo que sucedió en el Monte
Carmelo, ¿Qué podría provocar esas amenazas en el campeón del Dios de
Israel? Sin embargo, ¿qué sucedió?: Elías vió el peligro y escapó. Hasta
ahora es la primera salida del profeta hace sin ser llamado por Dios. El Señor
no dijo: Sal de Jezreel. Aquí Elías decidió a partir del miedo. Imaginen: el
profeta estaba esperando ver un cambio, una reforma y recibe amenazas (el rey
ni siquiera mencionó a Dios cuando habló con Jezabel), se hizo ilusiones de
cambio pero al verlas caer al suelo todo fue confusión y caos. Cuál es la respuesta:
huir.
Me sorprende
ver a muchos COMPAS en diferentes partes del mundo desanimados porque ven los
obstáculos para hablar el Evangelio y los consideran infranqueables. Cuando
ellos mismos han sido testigos y parte de la obra de DIos en sus universidades.
Muchos de ustedes han sido los primeros en realizar células, proyectos o
eventos en sus campus y han dejado ver y escuchar a Jesús entre personas que
probablemente jamás habían escuchado.
9.- Lo falso del peligro. Me pregunto, que tan real
era el riesgo que corrió Elías en Jezreel. Primero, Dios no le pide salir como
la ocasión anterior. Pero fue lo que Elías conocía de Dios. Hablar y escapar.
Sin embargo, parece que esa ocasión Dios quería que el profeta hiciera mucho
más,
Por otro lado, Jezabel. Ella supo dónde estaba Elías,
le mandó un mensajero para amenazarlo. Bien pudo ordenar su captura o ejecución
pero no lo hace.
Lo cierto es que perdió en el momento cumbre de su
vida como profeta. Es como el futbolista que renuncia a su carrera en conferencia
de prensa inmediatamente después de recibir el Balón de Oro.
10.- La depresión. Cap. 19
3 Elías tuvo miedo[b], y se
levantó y se fue para salvar su vida;
y vino a Beerseba(C) de Judá y
dejó allí a su criado, 4 y
anduvo por el desierto un día de camino, y vino y se sentó bajo un arbusto
(enebro)[c]; pidió
morirse(D) y dijo:
“Basta ya, Señor, toma mi vida
porque yo no soy mejor que mis padres.” 5 Y acostándose bajo el arbusto, se durmió; pero un ángel lo
tocó(E) y le dijo:
“Levántate, come.” 6 Entonces
vio que en su cabecera había una torta cocida
sobre piedras calientes y una vasija de agua. Comió y bebió, y volvió a
acostarse. 7 El
ángel del Señor volvió por segunda
vez, lo tocó y le dijo: “Levántate,
come, porque es muy largo el camino para ti.” 8 Se levantó, pues, y comió y bebió, y con la fuerza de
aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches(F) hasta
Horeb, el monte de Dios(G).
Lo vemos huir v. 3, quedarse solo v.3, con deseos
suicidas v.4, desanimado v.5, desmotivado v.6 y perder la perspectiva y
exagerar la situación v. 10 y 14.
Quien ha
experimentado la depresión podrá entender mejor a Elías y condenarlo menos. El
llamado a la obra misionera es un trabajo arduo
¿Qué hizo Dios? No lo vio morbosamente mientras sufrió
en su dolor, al contrario:
●
estuvo presente y lo sustentó
v.5 y 6
●
lo dejó vivir su crisis pero le pone
marcos sanos v.7
●
lo guio a un encuentro con él en Horeb. v.8
●
lo escucha y la habla de nuevo con verdad v.9 y13
●
le da nuevas tareas v.15-18
●
creó una comunidad misionera para evitar el trabajo en solitario v.
16-18
El trabajo en la
obra estudiantil puede generar también estrés y depresión, el llamado de los
profetas en el A.T. fue recordar el pacto al pueblo de Israel y Judá cuando se
apartaron del Dios vivo. La mayoría de
las veces no fueron bien vistos, su mensaje no siempre fue recibido con beneplácito
porque hablaron juicio de Dios, que fue una expresión misma de su amor por
ellos. Los profetas recordaban al pueblo sus pecados con intención de hacerlos
recapacitar y volverse en arrepentimiento genuino de corazón a su Dios. La historia de Elías es la
historia de una persona con fe que no disimula sus fragilidades, esto nos deja
ver a Dios acompañándonos en nuestras depresiones sin juzgarnos. Como misioneros
en las universidades el trabajo no es más sencillo, seguimos hablando el
mensaje de amor de Dios a una generación que le da la espalda y la mayoría de
las ocasiones no quiere escuchar. Sin embargo, el Señor está con nosotros, él
es el más comprometido con la extensión del Evangelio, él tiene la iniciativa y
sobre todo, cuando el cansancio y desanimo invaden nuestras vidas, él es
nuestro descanso. En Jesús podemos descansar, experimentar el Shalom de Dios,
podemos ser renovados en nuestro cansancio.
Jesús somos
incluidos en una nueva comunidad misionera para hacer equipo y donde el trabajo
de “llaneros solitarios” no está permitido. ¿El trabajo nos agotó? Vayamos a
Jesús.
El nos llama:
28 »Vengan a
mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. 29 Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de
corazón, y encontrarán descanso para su alma. 30 Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana.»
El
mandamiento es doble: “vengan”, “carguen mi yugo y aprendan de mí’, la promesa
es el descanso. Sí, Jesús es el camino y nuestro ejemplo para hacer misión.
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