Una semana de trabajo o como cuidar las prioridades
“Que nuestro cansancio descanse a otros”. Desde hace años escuché esa frase en el contexto del ministerio estudiantil, primero de Ana Miriam, mujer incansable en el seguimiento de Jesús, y posteriormente a David Bahena, hombre de convicción y alegría por el evangelio. En ambos no falta el reconocimiento de que el Señor demanda la vida entera a sus discípulos ni que la obra sea sencilla sino algunas veces todo lo contrario; pero tampoco olvidan las verdades dichas por Dios, que Él siempre estará con nosotros en el caminar y que la obra de redención es su plan y por lo tanto Él lo lleva a cabo. Pintura de Juan Pedro López Al final de esta semana recordé la frase precisamente porque estaba cansado y desgastado. El trabajo de profesor de secundaria y asesor en COMPA indudablemente consume energía, tiempo, recursos, la vida. Esto no es un gran descubrimiento, pero la naturaleza de esta labor, que al final siempre es una y la misma, siempre escapa a los instrumentos de medici...