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Mostrando entradas de 2011

Contar nuestros días

El tiempo se nos va de las manos, no estoy seguro si su paso nos va quitando la vida o por el contrario, nos vamos cargando de muchas más experiencias y por lo tanto crecer cansa, y ser viejo es disfrutar ese tipo de cansancio. No sé. Lo único acertado hasta el momento es que conforme pasa el tiempo voy cambiando, pues el tiempo irremediablemente significa cambio. Pero sobre todo significa fidelidad de Dios, que a pesar del caos que puedo ver, creo que en Jesús, su Hijo, está reconciliando todas las cosas con él, y que un día regresará a perfeccionar su Reino. Ya estar por terminar 1 año, el 2011, antes de dejarle ir conviene pensarlo, ¿Pero con qué actitud?, no sé, tal vez lo mejor sea voltear a ver el pasado para explicar el hoy e intentar el cambio mañana. Sí, eso espero. En mi cabeza da vuelta el Salmo 90 Salmos 90 LIBRO CUARTO     La Eternidad de Dios y lo Transitorio del Hombre     Oración de Moisés [ a ] , hombre de Dios.   1 Señor, Tú has sido un refugio para nosotro

Son ellas...

Hay algo muy suyo en sus letras cuando las escriben mujeres... esos símbolos interpretan el mundo (re-crean) y contienen su fuerza, ternura, entrega, delicadeza, franqueza y fragilidad... Ahí algunos ejemplos, Angeles Mastreta, Gabriela Mistral, Cristina Pacheco, Lydia Cacho, Sor Juana, Juana de Ibarbourou, Alfonsina Storni... Areli Espinoza, Ale Ortiz, Yicel Espinoza, Melissa Olachea.... +++++++++++++++++++++ Mi boca con un ósculo travieso buscó a tus golondrinas, traicioneras, y sentí tus pestañas prisioneras palpitando en las combas de mi beso. Me libró la materia de su peso. Pasó por mí un fulgor de primaveras y el alma anestesiada de quimeras conoció la fruición del embeleso. Fue un momento de paz tan exquisito que yo sorbí la luz del infinito y me asaltó el deseo de llorar. ¿Te acuerdas que la tarde se moría y mientras susurrabas: "¡Mía! ¡Mía!" como un niño me puse a sollozar?. Alfonsina Storni

El plural singular.

O carta abierta para Ale y Pedro: Los extraño, y me melancolía me lo recuerda, aunque sabíamos que el tiempo – ¡ah! ironías, ese mismo al que juntos tantas veces luchamos por darle sentido- terminaría distanciándonos y que para ese cambio nunca podríamos estar preparados. Pero no nos hemos ido los unos de los otros, nos acompañamos, en menor o mayor medida, en los recuerdos, en el corazón (quiero creer) y en esas ideas tan notoriamente compartidas que al dialogarlas las pronunciamos todos. Pienso que en el fondo sabíamos que sería yo el primero en decirlo y ponerme cursi. No me importa. En el fondo también esto es compartido. También sé, y casi podría apostarlo, que dirán: “exagerado”. Pero, ¿Y qué? El cambio, el cambio, los cambios. No nos hemos perdido, ¿Podríamos? Nos vemos a la distancia, y eso es bueno. Por lo pronto ahora los “Necesitamos vernos”, se repiten y repiten, amenazándonos con nunca cumplirse; las agendas, los compromisos que no se empatan. ¿Qué será de nosotros?

Preparando la salida...

Algunas ocasiones no entiendo lo precipitado de los tiempos, los cambios bruscos, las ausencias, ¿la cercanía de la soledad?, más las ausencias. Sé que todo cambia, que el cambio nos cambia y terminamos cambiados incluso a nosotros mismos. Después de todo. Nunca somos el mismo más que en él. Termina un año, pero el tiempo cronometrado no lo es todo, no determina los ciclos, los procesos, es mecanizado, un gesto más de nuestra soberbia por llevar el control. No me he quedado tirado lamiendome las heridas, no, ¡Nunca más! Ahora estoy de rodillas ante Cristo, a quien pertenezco, esperando que su paz destile y penetre mi pecho, cubra mi mente, tranquilice mis emociones. Este torbellino de acontecimientos que demandan la vida es el camino que he decidido seguir porque es por donde Jesús me llama, cuesta, sí, claro. Me desesperan aquellos que quieren quitar el sufrimiento por seguir a Cristo. ¿Somos unos estoicos amigos míos? No, ¿Ellos son hedonistas? No lo sé. No quiero clasificar, sino d

¿Cómo iniciar el diálogo?

< 3  :D  :/  :)  ;(  O.O :$ El lenguaje de los símbolos, hay todo un lenguaje con su estructura que hasta hace poco estaba oculto para nosotros, hasta que la informática, Internet, Facebook, Word y la cultura del internauta lo sacaron a la luz. El escándalo irritó a muchos, incluido el que escribe, se tornó una lucha, una resistencia para salvaguardar el lenguaje, su estructura, esa que entiendo lógica. Pero ¿Nos estaremos cerrando ante la oportunidad del diálogo? Pero, ¿Hasta dónde es posible el diálogo cuando se utilizan dos estructuras distintas? Parece que el viejo debate de nuestros abuelos regresó: la palabra vs la imagen; pero a nosotros nos tocó el tercer asalto: la palabra vs el ícono. No una imagen, que presenta su propio discurso y permite un análisis, sino el ícono, ese “algo” que lo es todo y nada al mismo tiempo, una especie de sinécdoque abstracta. ¿Cómo entenderlo? Raya en lo absurdo, sin forma, ni detalle, ni realista ni surrealista; primitiva en

...pensando...

No tiene nada de raro, creo que esta melancolía algunas veces se convierte en una excelente compañera, al menos me deja en silencio para conversar con yo mismo en este desierto que llevo conmigo dentro del corazón, a donde ando cuando quiero sentirme, en mi fragilidad y debilidad, abrazado y completamente dependiente del Señor que me sostiene y a quien intento abrazar. Oración, silencio... ¿Qué es la oración?  comunicación, es una reacción ante el que ES, de rodillas dependiente, a la espera.  Ahora los nombres de los estudiantes circulan por cabeza, me llevan a interceder por ellos, a pedir por ellos, a rogar por ellos... ¿Qué más de mí puede ser útil para ti Señor? ¿Qué más de mi estorba a tu voluntad? Mi oración, el silencio que responde, las letras que comunican, la Escritura que cobra vida, la vida que brota de tu boca, la palabra, el verbo que se encarna para llevarnos a ti: el regalo de amor más grande... tu gracia. Tu gracia. Tu gracia. Gracia. Gracias....

¿Qué pasaría si Jesús caminara por la universidad?

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  Qué ocurriría si Jesús caminara por los pasillos de la facultad, se sentara en los jardines, hiciera fila para sacar copias, buscara detenidamente un libro en la biblioteca, ¿cómo serían sus relaciones personales? ¿Qué atmósfera crearían sus conversaciones? ¿Qué dirían del él los intendentes, estudiantes, profesores y directivos? se parecería un poco a los ingenieros, incomodaría a los abogados, metería en aprieto a los médicos, tendría buenas conversaciones con los psicólogos y filósofos, cuestionaría a los economistas, a los izquierdistas y revolucionarios, enseñaría a los literatos, criticaría la corrupción, hablaría la verdad, denunciaría el tráfico de exámenes, la venta de calificaciones, el acoso sexual, el plagio, el mal uso de los recursos, la hipocresía de los intelectuales, la decadencia y frivolidad de la Universidad en la sociedad. Seguramente algunos se reunirían alrededor de él, intrigaría a muchos, los revolucionarios le llamarían camarada, las feministas lo

Recordar

El golpe de la muerte nos sofoca, me deja atónico ante lo pequeño y frágil que soy. Nos atraviesa y separa de aquellas personas y cosas a la que tanto nos aferramos, no tiene piedad, pero es justa. Somete el orgullo a la prueba del tiempo, nos despiera del engaño de nuestra civilización, nos ofrece el límite a nuestra autorealización, nos condena, es nuestra enemiga que nos espera tal vez al doblar la esquina, en el siguiente instante, durante unos meses, tal vez estará distante, pero la veremos, me espera, te espera.  Pero yo sé que no sonreirá por siempre, no tendrá poder sobre mí por siempre, algún día será vencida por la victoria que ya fue. Viviré eternamente por gracia de Jesús, por sus méritos, por su muerte vivo su vida.  Nos queda su nombre como consigna tía Esperanza. Esas bellas y frágiles líneas mestizas se acabaron; la negra cabellera, ahora plateada, perdió su brillo y se entrega a la tierra como un tesoro cuando quiere ser escondido por no considerarse digno del mun

NADA DE NADA

.... LO SENTIMOS, EL REPORTE DEL ESTADO DEL TIEMPO ARROJA SEQUÍA POR ESTE BLOG...

De regreso a casa

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En la oscuridad de la noche no se distingue la tierra del cielo, y yo observo, desde la venta del avión algunas estrellas y constelaciones de ciudades geométricamente organizadas. Allá, abajo en tierra, hay un niño curioso en la ventana de su cuarto sin poder dormir y observa las estrellas. La pequeña luz roja de las alas de este metálico transporte que parpadea llamará su atención y dirá: "un avión". Aquí, desde la ventana, observo la ciudad;  me sirve un café una sonriente joven, agradezco y regreso a observar por la ventana, imagino que hay un niño desde su ventana que nos observa. Recuerdo que algunas veces así era yo. Entonces me digo a mi mismo “Ambos nos estamos viendo sin saberlo el uno y el otro.” Mi conclusión me regresa a mis ideas, me pregunto: “¿Qué haz puesto delante de mí Señor que no veo? Ayúdame a seguirte” Sonrío, apagan la luz, me da sueño, pienso en mi regreso, agradezco el viaje,  me gana el sueño…

Muerto

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Estoy que muero y no me alcanza la poesía, ni siquiera el tiempo, ¿Cómo te sacó de mi cabeza? ¿Cómo me arranco esta idea que lleva tu nombre? ¿A dónde voy a sacarte de mis venas? Esto es igual que ahogarme sin agua en el desierto, y no quedar más que lleno por la nada de tus recuerdos... Me confundes sabes; creo que te quiero. ¿Es cierto? ¿Lo estoy inventando? ¡Hay de mí que estoy como muerto de amor y vos sin saberlo! Se me acabó la razón, no me encuentro cuerdo, es triste mi caso, soy como un vagabundo, sin remedio... pero volveré a tener certeza, el aliento vendrá a mi cabeza, aclararé las ideas y estaré completo. Pero por lo pronto desvarío. Soy como un muerto añorando vida, muerto de ganas por besarte, de quedarme con alguna esperanza de enamorarte.

No hay paro...

Tener la certeza de que nada podrá hacernos dudar de lo que hemos creído (Jesús) a pesar de lo ingeniosas, agresivas, ridículas, elaboradas, complejas y desafiantes que pudieran ser las preguntas y cuestionamientos que se nos hagan no nos exime de explicar y contextualizar nuestra fe. Sólo así Jesús podrá tener sentido para el ingenioso lector en búsqueda de la experiencia(s) de la verdad –o certezas-; para la persona despojada, abusada, dolida y sin esperanza que vive defraudada,   que responde con agresividad; para el orgulloso que ridiculiza a Jesús o los cristianos; para el intelectual que necesita evidencias coherentes; para el buscador honesto que no entiende y pregunta.